La crítica situación en Haití se ha visto agravada por la violencia y el conflicto fronterizo con República Dominicana. Las bandas criminales han sumido a la capital y las regiones del centro oeste en una espiral de caos. En medio de este escenario desolador, la esperanza de una misión de fuerzas extranjeras se convierte en un anhelo crucial para el país caribeño.
Haití enfrenta una crisis profunda, con la violencia de las bandas criminales desencadenando una serie de problemas que afectan la vida cotidiana en la capital, Puerto Príncipe.
La expansión de la violencia hacia el centro y el occidente del país ha convertido incluso las rutas antes seguras en territorios peligrosos bajo el control de grupos delictivos.
El conflicto fronterizo con República Dominicana ha exacerbado la situación.
El cierre del cruce en septiembre, como respuesta a la construcción de un canal por parte de pobladores en la frontera, ha paralizado varias zonas en Haití. Aunque recientemente se acordó la reapertura para el trasiego de mercancías, la restricción para el paso de personas genera tensiones entre los habitantes de la isla.
En medio de esta crisis, la comunidad internacional ha brindado una luz de esperanza a Haití. El lunes, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una misión de tropas al país caribeño, liderada por Kenia.
Esta decisión busca contener y revertir el avance de las bandas criminales, permitiendo así la convocatoria de elecciones y el retorno a cierta normalidad institucional.
Aunque Kenia se compromete a liderar la misión y enviar 1,000 agentes de policía, se considera que se necesitaría un contingente de al menos 2,000 efectivos.
La resolución de Naciones Unidas llega un año después de que el presidente interino de Haití, Ariel Henry, solicitara ayuda internacional. Desde entonces, el país ha experimentado ciclos de violencia y caos, exacerbados por la falta de estabilidad política
El recrudecimiento de la lucha entre las bandas ha tenido consecuencias devastadoras, afectando no solo a la capital sino también a regiones importantes como Artibonito.
La violencia se intensifica en esta región arrocera, según denuncias de Unicef, afectando a las familias y generando un aumento alarmante de secuestros y actos violentos, incluso en el transporte público. La urgencia de intervención internacional se vuelve más evidente a medida que la crisis en Haití se profundiza.
Dominicana tuvo reapertura parcial de su frontera
La frontera entre República Dominicana y Haití fue parcialmente reabierta, con las puertas en la ciudad fronteriza de Dajabón permitiendo el paso, aunque del lado haitiano permanecieron cerradas sin explicación aparente.
La reapertura se vio afectada por un incendio ocurrido durante la madrugada en el mercado principal de Dajabón, resultando en la destrucción de numerosos puestos y generando demoras.
La actual crisis diplomática tiene su origen en la construcción de un canal en el lado haitiano, el cual pretende derivar agua del río Masacre, que sirve como la frontera natural entre ambos países.
En medio de esta situación, el gobierno haitiano ha expresado con urgencia la necesidad de agua para los agricultores, quienes enfrentan los estragos de una prolongada sequía que ha afectado gravemente las cosechas en la cercana llanura de Maribaroux.
Aumenta la Tensión por Conflictos de Pandillas en Haití
Los enfrentamientos entre pandillas rivales en la comuna haitiana de Cité Soleil, el barrio más grande y empobrecido de Haití, han alcanzado un nuevo nivel de intensidad.
Estos incidentes surgieron tras la muerte, del líder del grupo criminal autodenominado G9, Iskar Andrice, a causa de las heridas sufridas.
Andrice, quien controlaba la comunidad de Belekou en el barrio Cité Soleil, era conocido por su implicación en asesinatos, robos, extorsiones, violaciones y secuestros de personas y mercancías. Junto al ex policía Jimmy Chérizier, fundó la que se considera la pandilla más grande de Haití.
La eliminación de Andrice ha desencadenado una lucha intensa entre diversas pandillas por el control territorial. El grupo rival principal, G-Pep, liderado por Gabriel Jean-Pierre, también conocido como “Ti Gabriel”, lideró recientemente los enfrentamientos que dejaron aislado al hospital de Fontaine.
A raíz de la violencia, cientos de personas han sido desplazadas en Cité Soleil, buscando refugio para escapar de la inseguridad reinante.
Desde el 15 de noviembre, los enfrentamientos han alcanzado tal intensidad que el hospital de Fontaine quedó inaccesible, dejando a pacientes y personal médico incomunicados.
La Policía Nacional de Haití tuvo que intervenir con vehículos blindados y ambulancias para rescatarlos, logrando evacuar a 19 bebés y varias mujeres embarazadas.
El clima de inseguridad creciente en Haití ha obligado a más de 200,000 residentes de la comunidad a abandonar sus hogares en el último año y medio. La lucha entre bandas criminales continúa exacerbando la crisis humanitaria en la región.
Migrantes haitianos en la CDMX; se estima que más de 3000 habitan la capital mexicana
Un significativo número de migrantes haitianos, estimado en más de 3000, ha establecido residencia en la Ciudad de México, distribuyéndose entre albergues, alquileres y en algunos casos, viviendo en la calle. Organizaciones piden empatía.
Alrededor de 1500 haitianos se encuentran en albergues religiosos, mientras que un número similar deambula por la ciudad. Son el grupo que más solicita asilo en México.
La capacidad de respuesta a estas solicitudes ha sido limitada, resolviendo solo el 8.1% en 2023. A pesar de las dificultades, muchos haitianos ven a México como destino, pero la complejidad del proceso de solicitud de asilo lleva a que muchos lo abandonen.
Cada vez más, están pensando en México como destino final, una de cada 3 personas solicitantes de refugio es de origen haitiano. Muchos abandonan el proceso, porque no es fácil ni rápido, al menos se requieren 3 citas, expuso David Calderón. Muchos no se quedan.