Con una votación de 6 a favor y 3 en contra, el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha ratificado la legalidad de una medida implementada por una pequeña ciudad de Oregon que multa a las personas por dormir al aire libre con mantas y acampar en espacios públicos utilizando cualquier tipo de ropa de cama.
Esta normativa está dirigida específicamente contra las personas sin hogar.
El Tribunal Supremo rechazó este viernes un recurso que argumentaba la inconstitucionalidad de la ley, declarando que la falta de vivienda no está cubierta por la prohibición de castigos crueles e inusuales estipulada en la Octava Enmienda.
La sentencia corresponde al caso ‘Grants Pass v. Johnson’, en el que un grupo de personas sin hogar cuestionaba las leyes de la ciudad de Grants Pass, Oregon.
Los demandantes basaron su argumento de inconstitucionalidad en la Octava Enmienda de la Constitución, que prohíbe la imposición de multas excesivas y castigos crueles e inusitados.
Además, hicieron referencia a una sentencia del Supremo de 1962 que estableció que ser adicto a los narcóticos no es un delito, intentando trazar una analogía entre la falta de vivienda y la adicción a las drogas, alegando que ambos son estados por los que los ciudadanos no deben ser castigados.
La decisión del tribunal reflejó las diferencias ideológicas entre sus miembros. La jueza progresista Sonia Sotomayor, apoyada por las juezas Elena Kagan y Ketanji Brown Jackson, afirmó en la sentencia:
“Dormir es una necesidad biológica, no un delito. Para algunas personas, dormir en la calle es su única opción”.
Sotomayor criticó a la ciudad de Grants Pass por encarcelar y multar a las personas por dormir en cualquier lugar público a cualquier hora, incluso en sus coches, calificándolo de “inaceptable e inconstitucional”.
“La falta de vivienda es un problema complejo y un puñado de jueces federales no puede igualar la sabiduría colectiva del pueblo estadounidense para decidir la mejor manera de manejar una cuestión social apremiante como esta”. Neil Gorsuch argumentó en contraste.
Este fallo podría cambiar la manera en que las ciudades y los estados supervisan a las personas sin hogar, un problema crítico en Estados Unidos.
Según datos oficiales recientes, en 2023 el número de personas sin hogar en el país aumentó un 12 %, sumando más de 650 mil personas. En California, hay unas 171 mil personas sin hogar, lo que supone un aumento de 40 mil respecto a hace seis años y representa casi un tercio de la población sin vivienda en el país, según medios locales.