Por José García Sánchez
X: @Josangasa3
Hay sucesos reales o ficticios, que sólo los medios convencionales difunden. Sobre todo, aquellos que tienen contenidos que beneficien a la oposición.
Ejemplos hay muchos, por ejemplo, el ficticio aumento de popularidad de la candidata de la oposición que nunca sucedió más que en los medios de derecha que tenían la intención de engañar al intentar hacer creer a la gente que era una candidata competitiva.
Otro de los claros ejemplos de notas que sólo difunden cierto tipo de medios es la intención de crear un partido político de ese mismo personaje, que da por hecho que obtendrá las firmas necesarias para lograrlo. No lo logró Margarita Zavala quien cuenta con mayores coberturas, medios, recursos y gente para crear su propio partido, su intento no deja de ser simplemente un alarde mediático.
Claras alusiones a que la derecha creó un mundo aparte, ante la expulsión del mundo real por mandato popular. La derecha está fuera del paraíso y así lo hace notar a crear premios de periodismo entre su mundillo que cada día carece de simpatizantes por lo obvio de sus intereses y triquiñuelas.
La desesperación de los medios tradicionales al sufrir una decadencia que nunca antes habían vivido, les obliga a crear una realidad paralela. Ahora entre ellos mismos se premian por la veracidad de sus reportajes, la profundidad de sus análisis, la certeza de sus noticias, lo puntual de su información.
La organizadora de este premio, que lo hereda de su padre, cuando tenía dignidad dicho reconocimiento, es nada menos que Beatriz Pagés, quien, en sus declaraciones en su canal de televisión, muestra el distanciamiento con la realidad hasta límites patológicos. Así, el premio de Periodismo José Pagés Llergo, se convirtió en una medallita del Club de Toby.
Los premios de periodismo en México nunca han certificado con claridad y honradez a sus galardonados, por lo regular hay intereses de por medio y a veces, dinero. Ningún premio de periodismo guarda en su esencia la honestidad de quien lo recibe, puede haber coincidencias, excepciones, concesiones pero este oficio debería ser el único que no debe tener reconocimiento la verdad, menos aún en México donde se premió, hasta con subsidio gubernamental la distorsión de la información.
Sí, en este panorama y luego de tan tristes antecedentes la que fuera oradora en una marcha de la marea rosa, ahora es jurado único para otorgarle a sus incondicionales y correligionarios premios que sólo desprestigian el periodismo. La ceremonia se aproxima más a la confirmación de un partido de ultraderecha que al reconocimiento de un trabajo profesional y sin consignas.
Los autoexiliados en su propio país confirman vivir una realidad aparte, aunque la alucinada directora del premio señale: “Si ya se adueñaron del Congreso con una sobrerrepresentación inconstitucional, si ya lograron socavar la independencia y la autonomía del Poder Judicial, no permitamos que pongan cadenas a nuestra conciencia. En medio de esta vorágine autoritaria, de esta locura populista, prensa libre y ciudadanía movilizada son los únicos bastiones que le quedan a la nación, no solo para resistir, no solo para evitar perder en su totalidad al país, sino para construir el mañana».
Los invitados muestran, por sí mismos, a qué equipo pertenecen: María Amparo Casar, presidenta de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad; Guadalupe Acosta Naranjo, líder del Frente Cívico Nacional; Luis María Aguilar, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque la ceremonia fue dedicada a los trabajadores del poder judicial “debido a que se mantienen en pie de lucha desde que inició la aprobación de las reformas al sistema de justicia mexicano”, motivo por el cual asistió la enfermera Patricia Aguayo, líder del movimiento de trabajadores; Juana Fuentes, jueza y directora de la Asociación Nacional de Magistrados y Jueces; Reynaldo Reyes Rosas, quien promovió el primer amparo contra el proceso legislativo de la reforma judicial.
Pero par que no haya duda los premiados fueron: Luis Cárdenas, de MVS Noticias, Atypical TV, con Emilio Álvarez Icaza, Paulina Rubio y Damián Zepeda; Manuel Feregrino, patiño de Ciro; Chumel Torres; Fernanda Familiar, Ramón Alberto Garza, de Código Magenta y, María Amparo Casar
La derecha en su esplendor mostrando la parcialidad periodística y el halago, la segregación y clasismo como plataforma de la información y la nostalgia por el pasado como proyecto de comunicación.