El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró este jueves que el gobierno irá a fondo en la investigación del crimen contra dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, municipio de Urique, Chihuahua, pues “es sospechoso” que el sujeto identificado como el agresor –José Noriel Portillo Gil, El Chueco, vinculado a Los Salazar, célula del cártel de Sinaloa— llevara una vida normal en la región, lo que señala a una posible protección de autoridades.
A pesar de estos hechos y ante la pregunta expresa en la mañanera respecto a un cambio de estrategia de seguridad, insistió en que no habrá un cambio en su política en esta materia y seguirá manteniendo su empeño en que hay que darle atención a las causas de la violencia y combatir la corrupción y la impunidad.
Resaltó que el Papa Francisco difundió un mensaje respecto al crimen de los jesuitas, en el que rechaza que la violencia sea el camino para combatir la violencia y resaltó que se haya encontrado los cuerpos de las tres víctimas, incluido el guía de turistas.
“Aun cuando aparecen los cuerpos se va a continuar la búsqueda de los responsables y se va a hacer una investigación a fondo, porque es muy extraño y al mismo tiempo inaceptable y además muy sospechoso, el que una persona así (El Chueco) llevara una vida tan normal», apuntó el presidente.
Con información de La Jornada
