En un desarrollo político significativo, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, solicitó formalmente al Congreso una licencia durante los últimos seis meses de su mandato para dedicarse a la campaña de reelección en las elecciones de febrero.
La solicitud, respaldada por una carta del gobierno al Congreso, fue presentada el jueves y destacó el deseo del presidente y del vicepresidente Félix Ulloa de concentrarse en la campaña electoral, donde aparecen como favoritos según las encuestas.
La Asamblea Nacional, que está mayoritariamente conformada por miembros del oficialismo, aprobó de inmediato la petición para designar a los sustitutos de Bukele y Ulloa. Este movimiento estratégico busca allanar el camino para la transición temporal de liderazgo.
Será reemplazado por la secretaria de la Presidencia, Claudia Juana Rodríguez de Guevara.
A pesar de la prohibición explícita en la Constitución, la Corte Suprema de Justicia ya había determinado en 2021 que el presidente podía participar en los comicios por segunda vez, dejando la decisión final en manos del pueblo.
Los expertos constitucionalistas señalan que la participación de Bukele en las elecciones podría violar al menos cuatro artículos de la Constitución, incluido el artículo 154, que establece claramente que el periodo presidencial es de cinco años y no puede extenderse más allá del 1 de junio.
A pesar de estas controversias, el Tribunal Supremo Electoral de El Salvador, en noviembre, respaldó la candidatura de Bukele para las elecciones de febrero de 2024, argumentando que cumple con todos los requisitos legales.
La licencia aprobada por el Congreso suspende las funciones de Bukele y Ulloa, pero mantiene sus prerrogativas y privilegios, incluido el uso de seguridad personal, el batallón y la residencia presidenciales.
Bukele, quien disfruta de una alta popularidad con un 70.8% de aprobación según las encuestas más recientes, formalizó su candidatura el 27 de octubre. El 97.7% de la población cree que ha logrado reducir la violencia en el país.
