AMLO y Claudia Sheinbaum inauguran el Parque del Jaguar

El presidente Andrés Manuel López Obrador y su sucesora, Claudia Sheinbaum, inauguraron el Parque del Jaguar y el Museo de la Costa Oriental.

Este proyecto está asociado al Tren Maya que conjuga la protección ambiental, la recuperación del patrimonio histórico y la reivindicación de la civilización Maya.

Este museo es de los más bellos. Cuando lo visiten van a ver qué cosa tan bella, uno de los mejores museos de México por el trabajo de arqueólogos y restauradores, dijo el presidente López Obrador.

Durante su gira por Quintana Roo, el mandatario recordó los obstáculos enfrentados para construir el Tren Maya, señalando los amparos que presentaron “los conservadores” para que no se realizara el Tren Maya.

 

PARQUE JAGUAR

El Parque del Jaguar, que incluye el Museo de la Costa Oriental, abarca una zona de mil hectáreas, con una inversión de 2 mil 700 millones de pesos. Es una obra que demuestra que el Proyecto del Tren Maya es más que un ferrocarril, ya que también involucra la protección ambiental y la valoración de la grandeza de la civilización Maya, según el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Diego Prieto, a quien el presidente reconoció públicamente añadió:

No es solo un tren, es la reivindicación del sureste de México, la península de Yucatán, justicia y crecimiento equilibrado, igualdad y recuperación de Memoria Histórica. Inauguramos el museo más grande del sistema Tren Maya.

 

La Costa Oriental del Caribe mexicano es una región cultural singular con estilos arquitectónicos, economía y una red interurbana. Prieto explicó que el museo tiene una superficie de mil 200 metros cuadrados, con 300 piezas originales y 50 reproducciones, destinadas a reivindicar la grandeza Maya.

Es un extenso tronco civilizatorio, uno de los más grandes y continuos de la región mesoamericana, que comprende tres milenios, con antecedentes de 13 milenios, añadió Prieto.

 

Por su parte, el secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer, aseveró que, en paralelo al Tren Maya y la recuperación arqueológica, fue un desafío ordenar el territorio.