Alejandro «Alito» Moreno, actual dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), está impulsando una serie de reformas estatutarias que podrían redefinir el futuro del partido.
Entre las propuestas destacadas se encuentra la posibilidad de permitir hasta tres reelecciones consecutivas para la Presidencia Nacional, la Secretaría General y los comités estatales, extendiendo así el potencial mandato de Moreno a un máximo de 12 años.
Estas iniciativas, que serán discutidas en la 24ª Asamblea Nacional del PRI el próximo domingo, han generado opiniones divididas tanto dentro como fuera del partido.
Proponen modificar los Artículos 178 y 89 de los estatutos del PRI, con el objetivo de consolidar el poder del dirigente nacional al permitirle designar y remover coordinadores en el Congreso, tanto a nivel federal como estatal.
Según las actuales disposiciones, los cargos de la Presidencia y la Secretaría General del PRI, así como los comités directivos estatales, tienen un período de cuatro años sin posibilidad de reelección.
Con las reformas propuestas, se extendería este período hasta tres mandatos consecutivos de cuatro años para los cargos nacionales y dos para los municipales en la Ciudad de México.
La capacidad de Moreno para influir en las coordinaciones legislativas del partido también se vería reforzada, permitiéndole un control más directo sobre la agenda legislativa y la cohesión interna del PRI en los congresos.
Esta centralización del poder plantea preocupaciones sobre la diversidad de voces dentro del partido y la autonomía de los legisladores, quienes podrían ver reducida su capacidad de acción independiente.
La discusión de estas reformas promete ser crucial para el futuro del PRI, pues podría determinar no solo la continuidad de su liderazgo actual, sino también el rumbo y la dinámica interna de uno de los partidos políticos más influyentes de México.