El huachicol amenaza a seis colonias y al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en la Ciudad de México. Las actividades ilícitas ponen en riesgo a residentes y la aeronavegabilidad.
En una vasta extensión de 352 hectáreas en el oriente de la Ciudad de México, colindante con el Estado de México, 71,000 residentes de seis colonias viven bajo la amenaza constante de fugas de combustible, un peligroso subproducto de las actividades de los huachicoleros.
Exfuncionarios del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) han señalado que incluso la aeronavegabilidad podría estar en riesgo, ya que una de las áreas afectadas se encuentra adyacente a las pistas 23R y 23L.
Bajo la superficie, se han detectado 23 tomas clandestinas y túneles de huachicoleros, con combustible derramado aparentemente sin control. Sobre la superficie, la zona ha sido escenario de dos incendios, y por ella pasa diariamente un tren de carga que transporta solventes, químicos y combustibles. Además, la pista del AICM realiza 43 operaciones por hora y alberga la actividad de 3,370 establecimientos comerciales.
La principal preocupación de los vecinos es la posibilidad de un incendio o explosión en la zona. Temerosos de esta eventualidad, el fin de semana pasado bloquearon las vías del tren, obligando a la máquina a retroceder, argumentando que la fricción de su paso por las vías podría causar chispas que desencadenen una conflagración.
Las autoridades de la capital y federales han realizado al menos tres inspecciones y excavaciones en el lugar. Los montículos de tierra suelta delatan estas actividades. Se asegura que han bloqueado fugas provocadas por perforaciones en los ductos de combustible, pero el problema se extiende a lo largo de las 352 hectáreas.
Miriam Urzúa, secretaria de Protección Civil de la CDMX, ha afirmado que el huachicoleo a un ducto de turbosina es la causa del derrame de combustible que ha entrado al drenaje. Incluso mencionó que durante las inspecciones han encontrado túneles de huachicoleros.
