Voluntarios de Xóchitl Gálvez condicionan ayuda a damnificados de Otis

Miembros del Voluntariado de Xóchitl en Guerrero, organización que apoya a la precandidata presidencial del Frente Amplio por México, condicionan la ayuda a los damnificados por el huracán Otis en los municipios de Acapulco y Coyuca de Benítez esto a cambio cumplir una jornada de trabajo, para que les entreguen despensas. 

Quien reveló esta información fue Fernanda N, quien colaboró la semana pasada con esa organización, misma que instaló un campamento de acopio y de distribución de ayuda en la primaria Candelario Ríos Campos, ubicada en la cabecera municipal de Coyuca de Benítez, en la zona Costa Grande, consideró: Es triste lo que están haciendo con las despensas y el apoyo que ha enviado la gente.

Declaró que acudió para ayudar de manera voluntaria: «acabo de regresar el miércoles (15 de noviembre), y no estoy con ningún partido político. (…) Lo que están haciendo allá son cosas muy feas. Para empezar la ayuda civil que mandó la gente, marcada con mensajes de apoyo, la están entregando a cambio de que los damnificados trabajen».

Fernanda declaró que quienes llegan y solicitan apoyo proceden de la sierra, cuidan enfermos o ancianos, si no trabajan en algo no les dan por lo menos una bolsa de arroz. En el lugar la gente del voluntariado tiene resguardado todo, como si se tratara de lingotes de oro.

Recordó que un día acudieron muchas personas a pedir ayuda, porque no tenían nada que comer, y “antes de entregar los apoyos, aunque ya no había nada qué hacer, los del voluntariado los pusieron en labores de limpieza»

“Una señora me pidió que le entregara mi plato para lavarlo. Yo le dije: ‘no, señora, aquí cada quien lava su plato’. Ella insistió y me refirió que quería ganarse una despensa”.

Fernanda agregó que los afectados por Otis incluso les aseaban los sanitarios. Nos hacían el cuarto; al principio les daban comida, pero después les advirtieron que sólo si sobraba después de nosotros. Tampoco los dejaban sentarse con nosotros, ellos tenían que esperarse a que termináramos todos y después de que no hubiera nadie del voluntariado en las mesas, ellos podrían sentarse a comer, siempre y cuando quedara algo.