Universidades contra jóvenes

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3 


 

La derecha incrustada todavía en espacios educativos, tanto públicos como privados tienen en los jóvenes la mejor manera de perpetrar su venganza por no votar por ellos, por no ser lo suficientemente obedientes a las costumbres y tradicionales de las buenas conciencias convencionales.

Los jóvenes se defienden solos, pero a veces utilizan sólo las herramientas que tienen a la mano para dar a conocer los atentados contra su salud y su vida, pero principalmente contra su libertad, que siempre ha representado un dolor de cabeza para los conservadores autoritarios, a lo largo dela historia de la humanidad, México da cuenta de su maltrato, de su represión, de su desaparición, de su asesinato a lo largo de todo el siglo pasado.

Hay colectivos de madres cuyos hijos desaparecieron, pero todavía no hay colectivos que eviten que los jóvenes desaparezcan, porque con medida como la anunciada por la UNAM, el siguiente paso es la impunidad por la desaparición de jóvenes.

 

El hecho de que autoridades de la UNAM hayan declarado que cualquier movilización estudiantil sea declarada como un acto de vandalismo, por decreto del burócrata que tienen como rector Leonardo Lomelí Venegas, quien quiere volver a imponer el criterio de que los jóvenes deben ir a las universidades sólo a estudiar, olvidando la historia de la Humanidad, porque de la rebeldía de los jóvenes urgen lo principales movimientos de la transformación del planeta.

 

Ya había levantado mucho qué decir este don nadie al darle trabajo dentro de la Máxima Casa de Estudios a priistas, en sus principales oficinas, como Comunicación social, donde ha regresado a la práctica de la entrega del chayote, que implica restarle recursos a la educación superior para darle a los medios y los reporteros de la fuente. Al parecer volverán aquellos tiempos, cuando el auge priista imponía reglas corruptas, como la de dejar 100 espacios o más, para los hijos, familiares y amigos de los periodistas que no habían aprobado el examen de admisión, pero tenían asegurado su ingreso por medio de recomendaciones del propio rector a cambio de no dar a conocer los privilegios de la casta dorada de la rectoría, que siempre ha tenido privilegios.

Estancarse representa para una institución de educación superior, pública o privada un retroceso, pero volver al pasado representa un suicidio, porque quieren terminar con esa caja de resonancia social, que lo las universidades públicas, pero, sobre todo, con la respuesta de los jóvenes ante la imposiciones conservadoras y autoritarias del rector, un nostálgico del 68, como Leonardo Lomelín.

Recientemente fue cuestionado, dentro y fuera de la comunidad universitaria, por designar en Comunicación a Mauricio López quien fungió como líder del PRI-DF entre junio de 2014 y diciembre de 2015, tras la renuncia de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, con ese nombramiento se consolida la repartición de la educación superior pública en México, con su correspondiente adoctrinamiento. Al dar a conocer el currículum de López Velázquez, nunca mencionó la UNAM que hubiera pertenecido y dirigido al PRI, lo cual muestra oscuridad en su nombramiento. También se ocultó que Mauricio López Velázquez fuera coordinador de asesores de Miguel Ángel Osorio Chong como Secretario de Gobernación, un verdadero porro.

 

La UNAM para el PRI y el Poli para el PAN. en ambas instituciones ex rectores y directores generales, fueron echando raíces para convertirlos en bastiones de sus partidos, a punto de desaparecer.

En eso de lo atentado contra los jóvenes las universidades privadas no se quedan atrás, éstas no sólo quieren adoctrinar y obediencia ciega sino egresados enfermos con salud frágil.

 

Al comprar juzgados y tribunales para suspender el programa gubernamental de Vida saludable, en los planteles de la Universidad Panamericana, el Instituto Tecnológico Autónomo de México, la Universidad Iberoamericana o el Tecnológico de Monterrey, donde seguirán funcionando los comercios en su interior y podrán evadir los nuevos lineamientos por una “vida saludable”.

Universidades como la Del Valle de México y la Tecnológica de México, desistieron de recurrir al amparo, a pesar de que en un inicio se les concedió una suspensión provisional.

Se concedieron suspensiones definitivas, al conceder suspensiones definitivas, jueces y tribunales federales congelaron las medidas para evitar la venta de comida chatarra en las instalaciones de diversas universidades privadas.

Acompañando las demandas de la universidades privadas, 13 empresas de distribución y de comercialización de alimentos también buscan la protección de la justicia, como es el caso de Maison Kayser, propiedad de un empresario francés, que tiene instalaciones en universidades como Tec de Monterrey y la Ibero en CDMX. Dicha empresa logró que un juez le concediera una suspensión para no aplicar las nuevas reglas que entraron en vigor el 29 de marzo y vender así sus productos a los alumnos mayores de edad.

La SEP trató de evitar suspensiones argumentando que los lineamientos están encaminados a lograr el bien común como lo es la salud, pero las escuelas privadas convierten el derecho a educar en una mercancía y todo e negocio.

Lo que venden chatarra no son clientes de los dueños de las escuelas privadas, son socios, cómplices, en negocios lícitos e ilícitos.

Sin embargo, el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México concluyó que prohibir la venta de alimentos a mayores de edad, por el simple hecho de que éstos se encuentran en una instalación educativa, no encuentra justificación constitucional. Con esa lógica la venta de droga en las universidades estará permitida, claro a mayores de edad.