La Unión Europea (UE) ha manifestado su condena por el bombardeo que afectó las instalaciones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Gaza, durante dos ataques llevados a cabo por Israel en una zona cercana a sus oficinas.
Según el Ministerio de Sanidad de la Franja controlado por Hamás, estos bombardeos resultaron en la muerte de al menos 25 civiles palestinos y dejaron 50 heridos.
Josep Borrell, alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, ha pedido una investigación independiente y ha subrayado la necesidad de que los responsables de estos ataques rindan cuentas.
En un mensaje publicado en redes sociales, Borrell destacó que todas las partes en conflicto tienen la obligación, según los Convenios de Ginebra, de proteger a los civiles.
Borrell también enfatizó que el CICR debe poder llevar a cabo sus labores humanitarias de manera segura y en conformidad con los Convenios de Ginebra, las cuales incluyen la protección humanitaria, la asistencia a las víctimas y el acceso a los prisioneros.
Los ataques que afectaron las oficinas del CICR en Gaza, según el Ministerio de Sanidad de la Franja, estaban dirigidos contra tiendas de desplazados que rodean la sede de este organismo en la zona humanitaria de Al Mawasi, al noroeste de la ciudad de Rafah.
El CICR ha denunciado que la oficina, rodeada por cientos de civiles desplazados viviendo en tiendas de campaña, resultó dañada por los bombardeos cercanos.
El Ejército de Israel, tras una investigación preliminar, ha negado cualquier indicio de haber disparado en Al Mawasi y afirmó estar investigando el incidente.
Desde el inicio del conflicto hace 261 días, el Ministerio de Sanidad del Gobierno de Hamás reporta que más de 37,400 palestinos han perdido la vida y otros 85,600 han resultado heridos.