Trump militariza y cierra la frontera con México

Horas después de jurar como presidente de Estados Unidos, Donald Trump ejecutó una serie de órdenes que transforman radicalmente la política migratoria y comercial del país, firmó decretos que prácticamente eliminan el derecho al asilo para la mayoría de los migrantes y suspenden programas destinados a recibir refugiados. 

Además, reactivó el programa Quédate en México, obligando a los solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano mientras se procesan sus casos en tribunales estadounidenses.

DESPLIEGUE MILITAR EN LA FRONTERA

El presidente ordenó movilizar fuerzas armadas hacia la frontera sur como parte de su estrategia para reforzar la seguridad fronteriza, cumpliendo con una de sus principales promesas de campaña.

Trump canceló el uso de la aplicación móvil CBP One, que facilitaba a migrantes programar citas en los puntos de ingreso oficiales. También anunció que los permisos humanitarios para ingresar temporalmente a Estados Unidos y trabajar mientras se evalúan casos de asilo serán eliminados.

Aunque Trump decidió posponer aranceles a México, Canadá y China, advirtió sobre posibles tarifas del 25 % a partir de febrero. Además, estableció una comisión federal para evaluar los acuerdos comerciales y garantizar que protejan los intereses estadounidenses.

CÁRTELES: ORGANIZACIONES TERRORISTAS

En un movimiento controvertido, Trump designó a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras. Incluso dejó abierta la posibilidad de una intervención militar contra ellos, afirmando: «Podría suceder, cosas más raras han ocurrido».

Entre las órdenes firmadas por el mandatario, destaca la eliminación del reconocimiento de ciudadanía para los hijos de indocumentados nacidos en suelo estadounidense. Además, Estados Unidos se retirará del Acuerdo Climático de París, marcando un cambio drástico en la política ambiental.

Ante miles de simpatizantes reunidos en una arena deportiva, Trump inició su mandato con acciones que han generado reacciones polarizadas tanto en Estados Unidos como en el extranjero. Desde la militarización de la frontera hasta la amenaza de aranceles y la lucha contra los cárteles, el nuevo presidente ha dejado claro que no teme tomar decisiones audaces para cumplir sus promesas de campaña.