La pesca ilegal en el Alto Golfo de California amenaza a la totoaba y vaquita marina, pese a los esfuerzos, se necesitan acciones más para salvaguardar a estas especies.
A pesar de las operaciones de seguridad de las autoridades mexicanas, Alejandro Olivera, representante en México del Centro para la Diversidad Biológica, advirtió que se requieren acciones más contundentes contra la creciente pesca ilegal en el Alto Golfo de California.
Esta actividad amenaza a la totoaba y la vaquita marina, ambas especies en peligro de extinción. El 16 de marzo, en las costas de San Felipe, Baja California, se decomisaron 72 totoabas muertas y más de 9,000 metros de redes de enmalle, que afectan gravemente a la fauna marina local.
Olivera destacó que los pescadores ilegales aprovechan las zonas sin supervisión, especialmente fuera de la Zona de Cero Tolerancia, creada para proteger estas especies. Aunque las autoridades, incluyendo la Secretaría de Marina, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, han intensificado sus esfuerzos, los pescadores se desplazan hacia áreas con menos vigilancia, como el Golfo de Santa Clara en Sonora, que carecen de protección.
✅ Desde Profepa hemos impulsado las acciones de vigilancia en el Alto Golfo de California en coordinación con Semar y Conapesca.
Solo en la madrugada del 16 de marzo se retiraron más de 9 km de redes ilegales de enmalle de totoaba, se inutilizaron 72 ejemplares muertos de… pic.twitter.com/6FBGaqbDyg— Mariana Boy (@mariana_boy) March 18, 2025
ALTA DEMANADA DE LA TOTOABA
El mercado internacional de la totoaba es otro factor que impulsa la pesca ilegal. El buche de totoaba, muy codiciado en China, puede alcanzar precios superiores a los 2 millones de pesos por kilo. En el decomiso reciente, los 72 ejemplares decomisados pesaban 3,592 kilogramos y se incautaron 23.5 kilogramos de vejigas natatorias, lo que evidencia una fuerte actividad ilegal.
La operación, apoyada por personal naval y la organización Sea Shepherd, permitió liberar siete totoabas vivas que estaban atrapadas en las redes. Olivera enfatizó la necesidad de reforzar el monitoreo mediante tecnología satelital y micrófonos marinos para detectar y reducir los riesgos para estas especies. Actualmente, quedan solo ocho vaquitas marinas en el mundo, y la población de totoaba sigue en declive.