El pasado jueves durante los festejos de la patronal en Cadreita, Navarra, España, un toro de lidia de la ganadería Arriazu protagonizó un evento impresionante y peligroso al saltar desde el ruedo hacia las gradas, embistiendo a dos personas.
Según reportes, el animal se hallaba sometido a altos niveles de estrés y furia, provocados por la presión y el nerviosismo durante la exhibición.
🐂 Un toro salta a la grada en Cadreita hiriendo a varias personas.
El animal fue ensogado y devuelto a la plaza pic.twitter.com/pBvWGkmAx5
— GipuzkoaGaur (@gipuzkoagaur) July 17, 2025
En su arremetida, el toro impactó a un recortador, fracturándole el fémur, y a un espectador, quien sufrió fractura costal tras un fuerte golpe en el pecho. Ambos lesionados fueron atendidos de inmediato por paramédicos presentes y trasladados a un hospital local. Las imágenes que circularon en redes sociales muestran un escenario dramático: asistentes levantándose para huir, gritos de pánico y, finalmente, agentes del evento conteniendo al toro y llevándolo de regreso a los corrales.
La repercusión del incidente ha reavivado el debate sobre la seguridad y la ética de la tauromaquia en España. Grupos defensores de los derechos de los animales, como el PACMA, aprovecharon la atención para convocar una manifestación el 20 de julio en Madrid, denunciando que “la tauromaquia es una tortura innecesaria, peligrosa para toros y personas”. El evento ha abierto interrogantes sobre si este tipo de espectáculos tradicionales sigue siendo compatible con normas modernas de protección animal y prevención de riesgos.