La fecha de liberación fue acortada, pues saldría libre hasta diciembre de 2025, considerando el tiempo que Yarrington estuvo detenido en Italia desde su arresto en Florencia en abril de 2017.
La corrección en la sentencia se realizó tras la solicitud de la defensa de Yarrington, argumentando que no se había tenido en cuenta el tiempo que ya había pasado en prisión desde su detención antes de ser extraditado a Estados Unidos.
Yarrington y el empresario Fernando Alejandro Cano enfrentaron acusaciones de recibir sobornos del cártel del Golfo y Los Zetas para facilitar el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Aunque el monto exacto no fue establecido, se estima que supera los 9 millones de dólares, los cuales habrían sido blanqueados mediante compras de bienes y depósitos bancarios.
En marzo de 2021, Yarrington llegó a un acuerdo de culpabilidad, evitando cargos por conspiración para traficar drogas pero aceptando el lavado de dinero. Tras su liberación, es probable que sea deportado a México, donde enfrenta acusaciones pendientes por lavado de dinero.
La trayectoria de Yarrington, desde ser gobernador en 1999 hasta convertirse en perseguido por la DEA, estuvo marcada por investigaciones en Estados Unidos sobre su relación con el tráfico de cocaína.
Durante 19 años fue perseguido por el gobierno estadounidense y la Procuraduría General de la República (PGR) emitió una orden de aprehensión en su contra en 2012. En 2017, las autoridades italianas lo detuvieron en Florencia, entregándolo a Estados Unidos en 2018.
En marzo de 2023, fue sentenciado a nueve años de prisión tras admitir haber aceptado más de 3.5 millones de dólares en sobornos.
