La presidenta Claudia Sheinbaum solicitó una investigación inmediata tras el hallazgo de presunta basura espacial en Tamaulipas, presuntamente proveniente de SpaceX.
El incidente fue reportado por ambientalistas y habitantes, quienes detectaron fragmentos metálicos de gran tamaño en Playa Bagdad y cerca del río Bravo, restos que coincidirían con una reciente explosión de un cohete Starship de la empresa estadounidense, ocurrida en la base de pruebas de Boca Chica, Texas.
Ante esta situación, Sheinbaum instruyó a la Agencia Digital, encargada de temas aeroespaciales y tecnológicos, a coordinar la indagatoria junto con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). También anunció que se buscará un diálogo formal con las autoridades de Estados Unidos para esclarecer responsabilidades y prevenir futuras afectaciones transfronterizas.
#Sheinbaum buscará diálogo con EE.UU. por contaminación de SpaceX en ríos mexicanos
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El hallazgo fue documentado en video por la organización civil Conibio Global, A.C., que alertó sobre una posible contaminación del ecosistema costero. En las imágenes se observan placas metálicas oxidadas y deformadas, flotando o varadas en áreas protegidas. La ONG expresó su preocupación por los daños al medio ambiente y a la salud de la población, exigiendo medidas inmediatas.
Por su parte, el Congreso de Tamaulipas ya había emitido un exhorto al gobierno federal para realizar una evaluación técnica de los restos, al considerar que podrían poner en riesgo a las comunidades locales. En tanto, SpaceX aseguró que tras la explosión de su cohete no hubo víctimas ni daños en sus instalaciones, pero no se pronunció sobre los restos hallados en territorio mexicano.
La situación ha generado un llamado urgente a regular y supervisar las actividades aeroespaciales que puedan impactar más allá de las fronteras, especialmente cuando afectan ecosistemas delicados como el del noreste mexicano.
