El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, destacó que la cooperación con las autoridades mexicanas ha mostrado avances tangibles en el control migratorio. Sin embargo, advirtió que aún queda trabajo por hacer para frenar el flujo de drogas ilegales hacia territorio estadounidense.
Rubio reconoció que la presidenta Claudia Sheinbaum ha implementado medidas contundentes, sin precedentes en la lucha contra los cárteles del narcotráfico. «Hay que darle crédito a las autoridades mexicanas. Aunque tenemos diferencias en el ámbito comercial, sin duda el gobierno de Sheinbaum ha tomado medidas muy fuertes que nunca hemos visto», afirmó en entrevista con Fox News.
NARCOESTADO Y CONTROL DEL CRIMEN ORGANIZADO
Ante la pregunta de si México es un «narcoestado», Rubio señaló que «gran parte del territorio está controlado por los cárteles», lo que consideró una situación preocupante.
El funcionario también lamentó que miles de ciudadanos estadounidenses sigan muriendo por el consumo de drogas procedentes de México. En este sentido, mostró su disposición a colaborar para frenar el tráfico de armas hacia el sur del continente. «Los mexicanos afirman que las armas que utilizan los cárteles provienen de Estados Unidos, y estamos dispuestos a ayudarlos a contener este problema», enfatizó.
DESIGNACIÓN DE CARTELES COMO ORGANIZACIONES TERRORISTAS
El pasado 19 de febrero, el Departamento de Estado de EE.UU. clasificó como organizaciones terroristas globales a los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, así como a otras bandas delictivas mexicanas y latinoamericanas.
Esta medida forma parte de una ofensiva de Washington contra el crimen organizado, al que responsabiliza por inundar de drogas a su país y facilitar la migración ilegal.
Rubio reconoció que el número de migrantes que cruzan irregularmente hacia Estados Unidos ha disminuido significativamente. No obstante, advirtió que las cantidades de drogas que ingresan continúan siendo preocupantes, aunque no presentó pruebas al respecto.
El secretario también calificó como «muy positivo» el reciente traslado a Estados Unidos de 29 miembros de la delincuencia organizada, entre ellos Rafael Caro Quintero, fundador del extinto Cártel de Guadalajara. Sin embargo, Rubio señaló que persisten obstáculos en la cooperación debido a “niveles de corrupción e influencia sobre el sector judicial en México muy peligrosos”.