Senado prohíbe a nivel constitucional la venta y producción de vapeadores

El Senado de la República aprobó con 110 votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones una reforma que eleva a nivel constitucional la prohibición de la producción, distribución y comercialización de vapeadores y drogas sintéticas como el fentanilo. 

La propuesta ahora se dirigirá a los congresos estatales para continuar con el proceso legislativo.

DEBATE POLARIZADO EN EL SENADO

Aunque la mayoría de las fuerzas políticas respaldó la medida, los senadores de Movimiento Ciudadano (MC) fueron los únicos en votar en contra. Por su parte, legisladores del PRI y PAN, que apoyaron la reforma en lo general, buscaron modificar la redacción en lo particular. 

Su propuesta de cambiar la prohibición por una regulación generó un intenso debate. 

Argumentaron que equiparar el consumo de cigarrillos electrónicos con el uso de una droga como el fentanilo es un exceso y que esta medida atenta contra la libertad individual.

Sin embargo, legisladores de Morena y del PVEM rebatieron dichas posturas, acusando a los opositores de defender intereses de grandes tabacaleras. 

La senadora de Morena, Margarita Valdez, recordó que en la legislatura pasada impulsó una modificación a la Ley General de Salud para prohibir la venta de vapeadores, la cual fue bloqueada posteriormente por la Suprema Corte bajo el argumento de afectar el libre comercio.

Por su parte, la senadora Julieta Andrea Ramírez, también de Morena, criticó lo que calificó como una “narrativa hipócrita” en defensa de las libertades individuales, alegando que el uso de vapeadores representa un riesgo para la salud de los jóvenes, quienes inhalan sustancias tóxicas con potencial cancerígeno.

CUESTIONAMIENTOS DESDE LA OPOSICIÓN

El senador panista Ricardo Anaya fue una de las voces críticas más destacadas. Durante su intervención, cuestionó la lógica detrás de prohibir específicamente el fentanilo en la Constitución sin incluir otras drogas como la cocaína. 

También calificó la medida como una “aberración” y acusó al gobierno de usar la reforma constitucional para enviar un mensaje a Estados Unidos, particularmente a Donald Trump. “La crisis del fentanilo no es mexicana, es una crisis gringa”, aseveró.

CONTEXTO Y PRÓXIMOS PASOS

La aprobación de esta reforma representa un paso significativo en la legislación sanitaria del país, pero también ha puesto en evidencia las divisiones políticas sobre cómo abordar los problemas de salud pública y el narcotráfico. Ahora, la propuesta se encuentra en manos de los congresos estatales, quienes tendrán la última palabra sobre la incorporación de esta medida a la Constitución.

Mientras tanto, el debate sobre los límites entre regulación, prohibición y libertades individuales continúa siendo un tema central en el escenario político mexicano.