Rusia expresa “extrema inquietud” por incursión en embajada mexicana en Ecuador

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha transmitido a Ecuador su extrema preocupación por el asalto perpetrado por las fuerzas ecuatorianas a la embajada de México en Quito, instando al estricto cumplimiento de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

 

En una reunión celebrada en la sede del Ministerio, el embajador de Ecuador, Juan Fernando Holguín Flores, presentó la postura del gobierno ecuatoriano con respecto a los eventos del 5 de abril en la embajada mexicana en Quito.

 

Rusia expresó su profunda preocupación por la entrada armada de militares ecuatorianos en la embajada de México, reafirmando su total adhesión a la Convención de Viena, que garantiza la inmunidad de las sedes diplomáticas.

 

La Cancillería rusa lamentó que durante el incidente hayan resultado afectados diplomáticos mexicanos, y advirtió sobre la peligrosidad de interpretar de manera arbitraria las normas fundamentales del derecho internacional.

 

 

Rusia dejó claro que no tolerará ninguna violación de la inmunidad de las legaciones diplomáticas, ya sea en Estados Unidos, Medio Oriente o América Latina, y reiteró su compromiso con la búsqueda de la paz y la unidad en la región latinoamericana.

 

Se expresó la esperanza de que los países amigos de América Latina eviten acciones que puedan generar discordia en relaciones que tradicionalmente han sido pacíficas y de buena vecindad, buscando encontrar una solución mutuamente aceptable a la situación actual.

 

Cabe mencionar que la Policía de Ecuador ingresó a la sede de la Embajada de México en Quito y detuvo a Jorge Glas, ex vicepresidente del país durante el mandato de Rafael Correa, el mismo día en que el Gobierno mexicano le otorgó asilo político. 

 

Glas, quien había ingresado a la embajada en diciembre pasado y poco después solicitó asilo, enfrenta cargos por presunta malversación de fondos en el caso conocido como ‘Reconstrucción’ en la provincia de Manabí, después del terremoto de 2016.