Un grupo de legisladores republicanos bloqueó el avance de una ambiciosa reforma fiscal promovida por el expresidente Donald Trump. La iniciativa, denominada por él como el “Gran y Hermoso Proyecto de Ley”, contempla la extensión de exenciones fiscales y una serie de nuevas rebajas impositivas, entre las que destaca un controvertido impuesto del 5 % a las remesas enviadas fuera del país.
La inclusión del impuesto a las remesas ha generado fuertes reacciones internacionales. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, criticó duramente la propuesta, calificándola de “discriminatoria” y advirtiendo que afectaría directamente a millones de migrantes mexicanos en Estados Unidos.
SESIONES MARATONICAS EN EL CONGRESO
En la Cámara de Representantes, los legisladores realizaron extensas sesiones con la esperanza de aprobar el megaproyecto antes del Día de los Caídos, el 26 de mayo, y enviarlo al Despacho Oval antes del 4 de julio. Sin embargo, la resistencia interna entre los republicanos fue evidente.
Cinco representantes del ala más conservadora del partido votaron en contra durante una reunión clave del Comité de Presupuesto, argumentando que el plan aumentaría el déficit federal.
“Estamos emitiendo cheques que no podemos cobrar y nuestros hijos van a pagar las consecuencias”, afirmó el congresista Chip Roy.
UNA INUSUAL REBELIÓN INTERNA EN EL PARTIDO REPUBLICANO
La negativa de los cinco legisladores —cuando bastaban tres votos en contra para frenar el proyecto— representa una rara división dentro del Partido Republicano, que suele alinearse con las iniciativas impulsadas por Trump.
Pese a ello, el exmandatario exhortó a sus correligionarios a unirse:
“Los republicanos DEBEN UNIRSE tras ‘EL GRAN Y HERMOSO PROYECTO DE LEY’”, escribió en su red social Truth Social.
Trump defendió que la propuesta beneficiaría a “todos los estadounidenses” y planteó restringir Medicaid a migrantes indocumentados para “protegerlo para quienes realmente lo necesitan”.
MEDIDAS POLÉMICAS Y RECORTES SOCIALES
Además del impuesto a las remesas, el proyecto contempla exenciones fiscales para propinas, horas extras y préstamos para la compra de automóviles fabricados en EE.UU. También propone incrementar beneficios fiscales para adultos mayores y familias con hijos.
No obstante, estos incentivos generarían un déficit en los ingresos del Gobierno, que sería parcialmente compensado con recortes al programa Medicaid, el cual actualmente beneficia a más de 70 millones de personas de bajos recursos. Aunque Trump y el presidente de la Cámara, Mike Johnson, aseguran que el programa no se verá afectado, las tensiones entre las alas centrista y conservadora del partido reflejan un debate aún no resuelto.