Provocaciones con concesiones

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3 


Los grupos fácticos en México quieren medir el nivel de tolerancia de las autoridades y colocar la paciencia de la Presidenta en el filo de la navaja. Desde luego, anteponiendo un escenario de pastorela, donde el infierno se llama Venezuela, Nicaragua o Cuba.

Con ese telón de fondo las provocaciones se suceden unas tras otras, lo sacerdotes católicos toman el púlpito como tribuna del Congreso y tienen como enemigo a los que gobiernan, los señala como representantes de la maldad, aunque en realidad sean representantes del pueblo, según rezan los resultados electorales.

Es sabido que, en Nicaragua, lo sacerdotes que violan las leyes al entrometerse en política son encarcelados hasta que sale el próximo vuelo a Roma para depositarlos en el Vaticano, a dónde son desterrado. Las leyes en ese país se parecen a las de México en ese sentido, de tal manera que quieren ver cómo reaccionan las autoridades ante su conducta delictiva y el radicalismo de su discurso político desde el púlpito. El clero católico sabe que una acción de justicia y legalidad contra los sacerdotes católicos, sería anunciado dentro y fuera de México como un acto de represión contra los católicos y la prohibición de las prácticas religiosas, de tal manera que viven en la impunidad al hacer proselitismo en favor de la oposición.

 

Tienen a su favor elementos coyunturales, como es el caso de la muerte del Papa Francisco, situación que encontraron propicia para exigirle al ex Presidente López Obrador, que diera el pésame a la grey católica, mostrara la cara públicamente, y rompiera su promesa de silencio y aislamiento.

 

La posición del clero de radicaliza ante la fragilidad de la oposición que se desvanece cada día, y delega responsabilidades, eminentemente política a los grupos fácticos.

Los medios convencionales también practican una suerte de provocación a la paciencia y niveles de tolerancia del gobierno actual, desde los analistas y columnistas que, en su momento dependían económicamente del gobierno, los medios que recibían un subsidio por dar a conocer la versión oficial de una realidad inexistente.

En Venezuela, ante esta conducta de los medios y sus empleados, les fueron retiradas las concesiones televisivas que son propiedad del gobierno, como en México, lo cual se difundió en el mundo como una acción contra la libertad de expresión a pesar de que actuaban conforme a la ley y un juicio de por medio. Ahora que Televisa Univision y TV Azteca difunden spots de odio estadounidenses contra migrantes en televisión mexicana, que alquila espacios a un gobierno extranjero en busca de proselitismo, y condena la política de México en palabras de extranjeros, es motivo suficiente para retirar la concesión del gobierno a través de la cual han hecho gala de poderío, prepotencia, impunidad y traición a la patria. Pero afirman que es el gobierno el que quiere quedare con el monopolio de la difusión electrónica, que cada día pierde más auditorio.

 

La exaltación mediática y proliferación de espacios a las madres buscadoras, –politizados y radicalizados por la oposición desde la campaña prelectoral para la Presidencia de la República a través de los medios convencionales–, quienes ahora toman carreteras, irrumpen en el Congreso, intentan entrar por la fuerza a Palacio Nacional, por si fuera poco, les crean escenarios construyendo campos de exterminio, con imágenes de calzado abandonado, que recuerdan la foto de los campos de concentración de los nazis en Alemania y Polonia.

 

La puesta en escena debió cambiar título casi de inmediato pro lo mal elaborado que estaba el montaje y se rebautizó como campo de entrenamiento.

En Cuba, prácticamente al día siguiente del triunfo de la Revolución en 1959, se creó, desde Estados Unidos, la historia de la violación a los derechos humanos, incluso que, ante la hambruna se comían niños y la imposición de criterios se quemaban iglesias y no había más medios de información que los del gobierno.

 

En lo estados mexicanos del Golfo de México podía escucharse sin necesidad de antena especial, Radio Rebelde, de Cuba. De igual manera, la manipulación de las noticias desde Miami llegaba a La Habana para desprestigiar el régimen castrista, donde la violación a los derechos humanos era el tema principal.

 

Con estos antagonismos informativos en México se impone a fama de la violación de los derechos humano en Cuba, como una acción permanente del gobierno contra sus habitantes.

Nadie habla de la violación de los derechos humanos ocurrida en México impulsada por el miedo de las autoridades de que esa revolución se extendiera a nuestro país. Esa represión superaba, con mucho la de Cuba y de la que poco se habla, desde luego ese autoritarismo contaba con la anuencia del vecino del norte.

El gobierno desaparecía a los disidentes. La represión era aprobada en silencio por algunos ciudadanos que consideraban que era mejor matarlos que permitir la entrada del comunismo a tierras mexicanas.

Así el referente histórico está tatuado en el pensamiento de la clase media respecto a los derechos humanos y las desapariciones.

El panorama conservador está puesto en la escena informativa desde hace años, acercarnos a cualquiera de esos países representa la proximidad al infierno, la herejía, la ignominia. Esa es ahora la estrategia para descarrilar a la 4T.