Por Herlindo Robles
X: @zorvha
En estos tiempos electorales que se viven no sólo en México, sino en varios países del mundo incluyendo los Estados Unidos de Norteamérica, el electorado escucha las más descabelladas propuestas difundidas en medios masivos de comunicación y redes sociales, en los cuales los candidatos reculan de las plataformas de sus partidos y enarbolan causas sociales y políticas que son divergentes a los organismos políticos que los postulan.
Baste ver el cinismo con el que la derecha se reviste de lo que en otro momento calificó de populismo, dando bandazos diciendo por un lado que es necesario continuar con los apoyos sociales y por otro señalan que la pauta sea entregarlos a quienes acrediten necesitarlo. Esto es que, la universalidad de los apoyos sociales será el primer objetivo a vencer por parte de la derecha y entonces en efecto se convertirá en un botín político, pues podrán condicionar a su gusto y a su manera, a quienes les serán entregados los beneficios de apoyo social.
Por otro lado, en México se puede observar el activismo de la iglesia católica, abiertamente llamando a votar por la alianza pervertida PAN, PRI, PRD por lo visto han perdido las formas y el sustento moral que dicen ellos les sostiene, aunque el mismo se pone en entredicho cuando el más recalcitrante de los purpurados el emérito de Guadalajara llama a definirse en pro del partido que lo demandó en la persona de Marcelo Ebrard, cuando este mangoneaba el PRD, también olvidan que el PRI fue el artífice del poder del Chapo Guzmán involucrado en el asesinato del purpurado Posadas, olvidan los príncipes de la iglesia que, lucrar con el salario del trabajador es un pecado grave y sin embargo, bendicen a las cúpulas patronales expertas en evadir salario justo y prestaciones legales a la clase trabajadora.
Estamos en un estado laico en donde la iglesia apoya a las fuerzas políticas que explotan al pueblo, que lo masacran como en Aguas Blancas, que se burlan del dolor de las familias como es el caso de guardería ABC, que se constituyen evasores de impuestos; también está considerado como un pecado y apoyan a usureros de la banca y dueños de tiendas departamentales de escasa moral y desarrollado sentido de la usura.
En verdad que se ha perdido la mesura, la dignidad, la moral, y la práctica cristiana. Lo que impera en la actualidad es el poder económico, la ley de la selva, y se apoya a quien mejor puede engañar y se trata de denostar a quien pretenda proteger a las clases económicamente vulnerables.
Que si se firman onerosos contratos a favor de un grupo de ladrones de cuello blanco; ¡se les aplaude! si se les quitan los privilegios los cúpulas de poder y los poderes fácticos, ¡repudian el acto de justicia! si se trata de menoscabar la corrupción imperante en el poder judicial constituido durante 36 años por partidos de derecha; de inmediato alzan la voz en protesta, exigiendo que se respete la complicidad y el abuso del poder judicial a favor del poder económico.
Mientras que las cárceles están llenas de personas que no han tenido el dinero suficiente para lograr que el acto de justicia que se les niega.
Ante ese panorama y con una falta de liderazgo, la derecha ocupa la mercadotecnia, los medios de desinformación y manipulación que tienen a su alcance para tratar de mantener sus privilegios su poder, para seguir denostando, robando apabullando, defraudando y exfoliando el erario público.
