Las autoridades de Estados Unidos informaron sobre la detención de 538 migrantes indocumentados y la deportación de “centenares” como parte de la primera operación contra la inmigración irregular impulsada por el presidente Donald Trump tras asumir el cargo.
La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) anunció en su cuenta oficial de X la presentación de 373 órdenes de detención en el marco de esta acción.
CASOS DESTACADOS DE DETENCIONES
La Casa Blanca acompañó los informes diarios de ICE con detalles sobre casos específicos de detenciones realizadas durante las redadas.
Entre los ejemplos destacados se encuentra Luis Alberto “N”, detenido en Buffalo el 23 de enero tras una condena por violación, y Cristofer Alexander “N”, arrestado el mismo día en St. Paul por un caso de conducta criminal sexual con un menor. “Este es un pequeño adelanto del trabajo de la Administración Trump para dar seguridad a las fronteras de nuestra nación”, declaró la Casa Blanca.
PROMESAS DE CAMPAÑA CUMPLIDAS
Donald Trump había prometido durante su campaña electoral que implementaría deportaciones masivas y reforzaría la seguridad fronteriza al llegar a la Casa Blanca.
Su gobierno comenzó rápidamente a cumplir esas promesas mediante decretos ejecutivos que ordenaban cerrar la frontera con México y aumentar las acciones contra la inmigración irregular. Las publicaciones en redes sociales de la Casa Blanca han destacado estas acciones como parte de la “operación de deportación masiva más grande de la historia”.
El despliegue de mil 500 militares en la frontera con México comenzó el miércoles, junto con helicópteros y analistas de inteligencia para apoyar las labores de detección y control.
Robert Salesses, secretario de Defensa en funciones, declaró que estas medidas representan un aumento del 60 % en el número de fuerzas activas en la zona desde que Trump asumió el cargo.
DEPORTACIONES A GRAN ESCALA
El Pentágono también contribuirá proporcionando transporte aéreo militar para facilitar la deportación de más de cinco mil migrantes desde San Diego, California, y El Paso, Texas. Estas operaciones refuerzan el compromiso de la administración con la lucha contra la inmigración irregular y destacan su disposición a utilizar recursos federales para acelerar los procesos de deportación.
Con este primer gran operativo, la administración Trump ha marcado el tono de su política migratoria, que promete mantenerse como uno de los temas más controvertidos de su mandato.
