Prevén cumbre de cancilleres de América Latina para abordar deportaciones de EU

En respuesta a las recientes amenazas del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, de implementar deportaciones masivas de migrantes indocumentados al inicio de su próximo mandato, el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente anunció la posibilidad de una cumbre regional de cancilleres latinoamericanos. 

El objetivo de este encuentro sería coordinar acciones conjuntas frente a los desafíos migratorios.

Durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, De la Fuente informó que ha mantenido comunicación activa con sus homólogos de la región. El canciller destacó que varios países comparten una visión alineada respecto a los retos que plantea la migración y subrayó la importancia de mantener un diálogo continuo.

“Hemos estado en contacto con los cancilleres y cancilleras de algunos de estos países, dándole continuidad a la reunión celebrada en Palenque, para evaluar sus esquemas de contingencia”, declaró De la Fuente, refiriéndose a las conversaciones iniciadas durante el gobierno del expresidente López Obrador.

YA SE ESTABLECIÓ DIÁLOGO CON CANCILLERES

El diplomático mexicano señaló que han sostenido conversaciones con los cancilleres de Colombia, Guatemala, Honduras y Panamá, entre otros países de la región. Estas naciones han manifestado su disposición de trabajar en conjunto para enfrentar los desafíos que podrían surgir ante un posible endurecimiento de las políticas migratorias estadounidenses.

“La idea es mantener, por ahora, la comunicación entre nosotros y, más adelante, posiblemente organizar un encuentro a nivel ministerial. Esto permitiría plantear propuestas concretas a los jefes de Estado”, agregó el canciller.

La propuesta de una cumbre regional refleja la necesidad de una respuesta coordinada y solidaria entre las naciones latinoamericanas para proteger los derechos de los migrantes y establecer medidas que mitiguen las posibles repercusiones de las deportaciones masivas anunciadas. 

Con este esfuerzo, los gobiernos buscan fortalecer la cooperación regional y presentar un frente unido ante las decisiones unilaterales de Estados Unidos.