Un grupo de amigos que se hospedaba en el Hotel Ángeles, ubicado en el centro de Acatlán de Osorio, fue víctima de tortura a manos de policías municipales luego de un altercado relacionado con el ruido y el consumo de alcohol. De acuerdo con testimonios, los agentes judiciales irrumpieron en el lugar y agredieron física y verbalmente a los presentes.
Los detenidos fueron golpeados brutalmente, sometidos a electroshocks y amenazados. Una de las víctimas denunció que, mientras era torturado, su pareja fue desnudada y cacheteada frente a él, en un acto de violencia que aumentó el sufrimiento emocional de ambos.
UNA VÍCTIMA MURIÓ BAJO CUSTODIA
Uno de los jóvenes falleció mientras permanecía en prisión. Aunque ninguno de los involucrados había cometido delito alguno, todos fueron llevados al penal municipal tras las agresiones y no se les permitió salir. La Comisión de Derechos Humanos (CDH) calificó la pérdida como irreparable y exigió justicia.
La CDH emitió una recomendación formal dirigida al secretario de Seguridad Pública de Puebla, Francisco Sánchez González; a la presidenta municipal de Acatlán, Guadalupe Lucero Bárcenas; y a la fiscal general del Estado, Idamis Pastor Betancourt. El organismo subrayó que se violaron los derechos humanos a la integridad y seguridad de las víctimas.
EXIGEN JUSTICIA Y REPARACIÓN INTEGRAL
La Comisión solicitó una investigación exhaustiva, identificación de los responsables y castigo conforme a la ley. También pidió apoyo psicológico y económico para los sobrevivientes. La CDH urgió a las autoridades a actuar con prontitud para evitar que estos abusos se repitan, y reiteró la necesidad de garantizar la rendición de cuentas en los cuerpos de seguridad y justicia del estado.