Poder Judicial, laboratorio golpista

 

 

 

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3

 

 

Los golpes de Estado blandos tienen en uno de sus vértices al Poder Judicial. Lo acompañan otros dos de ese triángulo que como el de las Bermudas, por más voraz y despiadado, desaparecen la democracia, hasta convertirla en polvo.

 

Los ministros mexicanos, quienes nunca han desmentido la posibilidad de un golpe de Estado protagonizado por ellos, muestran cada vez más su inclinación por las élites, al primer estímulo contrario responden sin tapujos y con todo descaro su bandera, al decir que cualquier recorte a su presupuesto afectaría a los más pobres, nunca explicó la señora ministra Norma Piña, la causa de esta absurda aseveración.

 

Sabemos que el Poder Judicial en México es un servicio de lujo, sólo para oligarcas, donatarios, mecenas de la injusticia, soldados del golpismo, vanguardia de la antidemocracia.

 

Ahora que se plantea desaparecer 13 de los 14 fideicomisos que Maneja la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y sus feudos judiciales, por un total de 15 mil millones de pesos, la mafia constituida en la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación afirmó que se trata de “un grave ataque a la independencia judicial”.

 

Los vulnerables dejan de ser atenidos por el Poder Judicial desde hace muchos años, y la independencia del poder judicial nunca ha existido porque la manejan los hilos de los poderosos, de dentro y fuera del país, y de los oligarcas mexicanos.

 

Ese dinero es sólo una parte del costo de un golpe de Estado que puede servir para iniciar actividades tales como sacar legisladores del partido en el poder hacia otro contrario, tal y como sucede con un grupo de morenistas capitaneados por Marcelo Ebrard.

 

La función del Poder Judicial en esta parte del proceso golpista es sustituir el Legislativo y esterilizar cualquier acción del gobierno, atacándolo a través de otra de los vértices del golpe, que son los medios de comunicación, donde se intentará convencer a los mexicanos que el país se militariza. La militarización es el control del ejército de las calles, de la convivencia social, de las disposiciones de gobierno.

 

La perversidad con la que el Poder Judicial utiliza los dineros de los mexicanos que nunca podrán explicar su destino, ni las razones de la reunión de estos fondos, mantenidos, hasta hace poco, en secreto. Una situación muy similar a la que realizó el INE de Lorenzo Córdova, quien está apuntado para asesorar el golpe de Estado, a través de la nueva consultoría electoral que se convertiría en el Notario Público que otorgue legitimidad oficial al golpe llamada Pente+Soluciones, especializada en litigio electoral, encabezada por ex funcionario de esa época dorada del Instituto electoral, como Edmundo Jacobo, Gabriel Mendoza Elvira, Carlos Ferrer Silva, Emilio Buendía Díaz y Javier Naranjo Silva.

 

Esta nueva empresa suena como la compañía “imparcial” que hará válido un fraude electoral en caso de que haya votaciones reñidas en 2024. Si no las hay echará mano de los ebradoristas, misóginos, antisemitas que desde ahora está germinando en el laboratorio de la inconformidad de izquierda.

 

En la defensa de estos fideicomisos personajes de ultraderecha como Margarita Zavala, quien dejo de tomar su Diazepam para recobrar la congruencia verbal y  coordinación motora, en su exaltado discurso en defensa de los jueces y magistrados como si se fueran a quedar pobres, cuando en realidad dichos recursos están destinados, en apariencia a sólo unos cuantos funcionarios de alto nivel, sin olvidar a los once corruptos que encabezan la Suprema Corte.

 

El objetivo inmediato es neutralizar al Ejército, la Marina y a su comandante supremo. Desprestigiar a todos los integrantes de estas dependencias del Ejecutivo para allanar el camino que justificará la irrupción de la vida democrática en México.

 

Para lograr este desprestigio los golpistas tienen a una vocera que disfrazada de candidata ocupa los espacios privilegiados de los medios de información, el vértice que faltaba en ese maligno triángulo. Porque Xóchitl da por ciertos hechos no ocurren pero que la oposición se ha preocupado de difundir como reales a través de sus cómplices mediáticos.

 

Así, el Poder Judicial ya empezó el proceso del golpe, con declaraciones que nunca había hecho, reconociendo el lado de la historia en donde se ubican sus integrantes.