Peces pueden hacerse adictos a la metanfetamina por la contaminación del agua

Investigadores de la República Checa descubrieron que los peces pueden volverse adictos a determinadas drogas que contaminan los ríos.

El estudio, publicado recientemente en la revista científica Journal of Experimental Biology, buscaba comprobar que hasta un nivel bajo de contaminación por drogas en el agua puede tener repercutir en la vida de los animales acuáticos.

Por lo anterior, los científicos hicieron un experimento en el que utilizaron truchas marrón separadas en dos grupos.

El primero estuvo un tanque de agua limpia, mientras que el otro en un tanque mezclado con metanfetamina a una concentración de un microgramo por litro, cantidad que podría estar presente en un arroyo contaminado.

Durante ocho semanas, los científicos analizaron el comportamiento de los peces por separado; posteriormente, ambos grupos fueron mezclados en un tanque atravesado por dos corrientes de agua, una con metanfetamina y la otra limpia.

El resultado arrojó que 50,5 % de los peces previamente expuestos a la droga pasaron la mayor parte de su tiempo en el arroyo contaminado, mientras que el resto estuvo alejado de la corriente.

Asimismo, descubrieron que, después de haber sido pasados al agua limpia, los peces del grupo expuesto a la droga se movieron con extrema lentitud durante 96 horas, lo que pudo deberse a altos niveles de ansiedad o estrés, signos típicos de la abstinencia de drogas en los seres humanos.

Sin embargo, eso no es todo. Los ejemplares expuestos a la metanfetamina presentaron cambios en las sustancias químicas del cerebro que se vinculan con la adicción humana.

Incluso, los peces tenían rastros de metanfetamina en el tejido cerebral 10 días después de su última exposición a la droga, lo que indica efectos duraderos.

El estudio despertó las alarmas entre los expertos, pues hay sustancias que no se disuelven por completo en el organismo humano y son expulsadas en las heces y la orina, que luego van a parar a los sistemas de alcantarillados que desembocan en los ríos.

De continuar con este problema, los peces adictos a las drogas podrían quedarse alrededor de las tuberías de los alcantarillados y perder interés en otras actividades, como comer o reproducirse.

Además, se desconoce el efecto que tendrían en los seres humanos si se consumen peces drogadictos.

Con información de Muy Interesante, RT y Sputnik.