Las comunidades indígenas tienen mucho que decir, pero lamentablemente tienen un espacio reducida en la sociedad. Las mujeres indígenas piden ser visibles. Son el motor de estas comunidades en todo el mundo y su representación en la toma de decisiones continúa siendo aún un enorme desafío.
Constantemente, enfrentan la peor cara de los daños sociales y ambientales, pues son testigos de la violación de los derechos de los pueblos originarios, sin que su liderazgo se tenga en cuenta. La discriminación para estas mujeres es doble. Para ponerle fin a la cadena de desigualdades, se dará comienzo a la Segunda Conferencia Global de Mujeres Indígenas, este es un espacio virtual en el que se citan cerca de 500 lideresas alrededor de todo el mundo para hablar sobre los grandes retos que enfrentan como la disputa por la tierra, así como las múltiples violencias de las que son víctimas y la soberanía alimentaria basada en la identidad cultural. pero todas tienen algo claro: “Nada sobre nosotras, sin nosotras”.
The United Nation
Un dato que debes saber es que los pueblos originarios representan el 6,2% de la población mundial. Bastante cerca de 476,6 millones de personas que pertenecen a una comunidad ancestral. De todos ellos, 238,4 millones son mujeres. Por otra parte, son el 15% de las personas más pobres del mundo, de acuerdo con los datos del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU (UNPFII).
La pobreza es una zancadilla gigante de las comunidades ancestrales, que, de acuerdo con el Estudio global sobre la situación de las Mujeres y Niñas Indígenas en el marco del 25 Aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, llevado a cabo por el Foro Internacional de Mujeres Indígenas (FIMI), ha causado la migración forzada de estas a la ciudad como resultado de la escasez de oportunidades económicas, la falta de servicios sociales básicos y la expropiación de la tierra.
Eco Avant
Este informe, publicado el año pasado, hace hincapié en los retos similares a los que se enfrentan estas mujeres. Los cinco informes regionales documentaron de manera independiente altos niveles de violencia estructural, discriminación y marginación.
Por otra parte, la negatividad de varios gobiernos de África, Asia y el Pacífico a reconocer a los pueblos indígenas como tales sigue representando el problema fundamental tanto para la protección como la promoción de sus derechos humanos. Son invisibles en el desarrollo de las políticas públicas.
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Portada: ONAMIAP
Con información de El País
