Nuestro mundo está lleno de costumbres y tradiciones que no acabamos de conocer. Ese es el caso de las «Vírgenes prometidas», una antigua tradición de las comunidades rurales en la península balcánica. Esto consiste en que las familias que solo concebían hijas, les cortaban el pelo, las hacían vivir como hombres y además, tenían prohibido tener relaciones sexuales. Esta la fue de Stana que murió a los 85 años de edad.
Para algunos, tener hijos y dejar descendencia es un objetivo dentro de la vida. Por otra parte, no todos comparten este deseo, pues esto no es prioridad ni mucho menos un objetivo que quieran cumplir en sus años de existencia. Inclusive, puede llegar a ser prohibido.
Stana Cerovic
Hace poco supimos del caso de Stana Cerovic, una ciudadana de Montenegro, quien es el mejor ejemplo de esta filosofía que optaron. De acuerdo con diversos medios la mujer falleció en 2016 a los 85 años sin que hubiera ningún tipo de descendencia en la tierra debido a que no quiso preservar el apellido de su familia.
De hecho, Stana permaneció a lo largo de toda su vida soltera, esto por una promesa que le hizo a su padre antes de que él muriera. Todo tiene relación con una tradición medieval que aunque estamos en pleno siglo XXI permanece todavía en algunas comunidades de los balcanes, sobre todo en Montenegro.
Cuando sus dos únicos hermanos varones murieron, esta mujer le prometió a su padre, Milivoj Cerovic, que iba a salvar su linaje y su apellido, por lo que juró que nunca se iba a casar.
De acuerdo con diversos medios, estas reglas nacieron en esas comunidades en el siglo XV, región en la que las tribus impusieron un tipo de código, llamado Kanun. En dicho código, las mujeres podían vivir con los privilegios de los hombres por ejemplo: ir a los bares y votar, con la condición de nunca más tener relaciones sexuales.
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Con información de UPSOCL