El artista Fernando Botero, considerado el pintor y escultor más importante de Colombia, murió este viernes a los 91 años por complicaciones de salud.
“Mi papá falleció esta mañana a las nueve de la mañana aquí en Mónaco, llevaba cinco días bastante delicado de salud porque había desarrollado una pulmonía”, informó su hija Lina Botero
“Mi papá murió con 91 años, tuvo una vida extraordinaria y se fue en el momento indicado. Se fue con mucha tranquilidad”
Fernando Botero nació en la ciudad de Medellín el 19 de abril de 1932 y su inmensa obra en la pintura y la escultura lo convirtieron en un artista reconocido con sus obras expuestas en los principales museos del mundo.
Botero representó políticos, animales, santos y escenas de su infancia en una forma inflada y colorida que fue reconocible al instante. Durante su vida el artista alcanzó fama e influencia mundial, a pesar de su origen humilde, y sus pinturas fueron expuestas en todo el mundo, mientras que sus imponentes esculturas de bronce se pueden encontrar en los parques y avenidas de muchas capitales europeas y latinoamericanas.
“Su éxito fue realmente inmenso”, escribió el hijo de Botero, Juan Carlos, en una biografía de su padre, publicada en 2010. “Fernando Botero ha creado un estilo único, original y fácil de reconocer”
Desde Europa viajó a México para estudiar la obra de Diego Rivera y José Clemente Orozco.
Durante sus viajes, Botero se casó con Gloria Zea, con quien tuvo tres hijos, Fernando, Lina y Juan Carlos.
De regreso a Bogotá en 1958, fue nombrado profesor de la Escuela de Artes de la Universidad Nacional. Posteriormente se divorció y fijó su residencia en Nueva York en 1960.
En la década de 1960, Botero comenzó a experimentar con el volumen de objetos y personas en sus pinturas. Sus originales y regordetas creaciones atrajeron la atención de los críticos de arte y, para entonces, el pintor había creado cientos de dibujos y unas 1,000 pinturas.
BOTERO EN MÉXICO
En 2012 Fernando Botero expuso en el Palacio de Bellas Artes, en es ocasión señaló que fue una “alto honor” que marca uno de los momentos más trascendentales de su carrera.
Esa exposición fue la más amplia que presentó Botero, ya que consta de 177 obras de diferentes técnicas entre las que destacan cinco esculturas monumentales.
Fernando Botero dijo que en México comprendió que el arte local podía también ser un arte universal.
“Mi pintura tiene dos fuentes primordiales: mis puntos de vista estéticos y el mundo latinoamericano en el cual crecí. Pienso además que la sensualidad es la fuente principal de placer y constituye la contribución del artista a la realidad”, explicó Botero