Miguel Martínez Ramos, distinguido ecólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ha sido honrado con un nombramiento de prestigio global por su contribución excepcional a la ciencia y la conservación.
En un logro significativo para la comunidad científica de México, Miguel Martínez Ramos, ecólogo del Instituto de Investigaciones en Ecosistemas y Sustentabilidad de la UNAM, ha sido designado miembro honorario de la Asociación para la Biología Tropical y la Conservación (ATBC).
Este reconocimiento resalta su impacto extraordinario en el avance del conocimiento y sus esfuerzos en pro de la preservación ambiental.
Martínez Ramos, quien también preside el Comité de Conferencias de la ATBC, ha enfocado su carrera en el apoyo a la comunidad y en la integración de los resultados de investigación con acciones concretas de conservación.
Según la UNAM, el científico considera que el desafío más significativo es “contribuir a la protección de las reservas naturales, la biodiversidad y los ecosistemas, y promover un desarrollo humano que sea compatible con la preservación del medio ambiente”.
Con una visión puesta en el futuro, Martínez Ramos se compromete a continuar su labor educativa, formando a la próxima generación de científicos y líderes ambientales.
Las juventudes son cruciales para el futuro, afirma, destacando su intención de guiar a estudiantes en su investigación y participación en foros internacionales de biología tropical y conservación.
La distinción le fue conferida durante la 60ª Reunión Anual de la ATBC en Kigali, Ruanda, marcando el más alto honor otorgado por la asociación.
Desde 1963, la ATBC ha reconocido a más de 80 científicos de 15 países, incluyendo a renombrados investigadores mexicanos como José Sarukhán Kermez, Rodolfo Dirzo y Arturo Gómez Pompa, quienes han dejado una huella indeleble en el campo de la ecología tropical.