Migrantes denuncian omisiones de la CNDH y maltrato del INM

En Tuxtla Gutiérrez, miles de migrantes enfrentan precariedad y violaciones a sus derechos humanos.

Con la llegada masiva de migrantes a Chiapas, principalmente de Venezuela, revela el colapso del sistema de atención y las omisiones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). En Tuxtla Gutiérrez, miles sobreviven en condiciones deplorables, denunciando abusos del Instituto Nacional de Migración (INM).

La línea de contención de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y el INM se ha convertido en un muro de engaños, según los migrantes.

PERSECUCIÓN EN LOS CAMPAMENTOS

En los campamentos improvisados, el personal del INM continúa intimidando a los migrantes.  La presencia de aproximadamente 20 mil migrantes en Chiapas, 6 mil de ellos en Tuxtla Gutiérrez, ha generado tensiones con la población local.

La llegada constante de autobuses llenos de migrantes ha desbordado la capacidad de Tuxtla Gutiérrez.

Cada cinco días llegan entre cinco y siete autobuses desde Suchiate y Tapachula. Estamos atrapados en una crisis migratoria sin soluciones a la vista, afirmó Alexis Calero migrante venezolano.

El rechazo de organismos como la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) es un obstáculo recurrente. Joan Bustillo, otro migrante, señaló:

Solo quiero llegar a Estados Unidos para dar una mejor vida a mi familia, pero aquí solo hay peligros y promesas incumplidas.

Las denuncias contra la CNDH, presidida por María del Rosario Piedra Ibarra, son constantes. A pesar de los abusos reiterados, el organismo no ha emitido acciones contundentes para proteger a las personas en tránsito. La crisis migratoria en Chiapas se agudiza cada día, dejando a miles de migrantes esperando una solución para continuar su camino.