No, no se trata de alguna guión escrito para la Rosa de Guadalupe, pues esto ocurrió en Panamá, cuando autoridades detuvieron a un gato que intentaba ingresar a la Cárcel de Nueva Esperanza, provincia de Colón, con un cargamento de varias drogas.
De acuerdo con medios locales, el hecho ocurrió el pasado viernes 16 de abril cuando los custodios y algunas unidades policiales vieron al felino acercase con una tela colgada del cuello al centro penitenciario.
A primera vista, los oficiales quedaron cautivados por el michi, incluso pensaron que estaba herido y que la tela se trataba de un vendaje, pero al recogerlo se dieron cuenta que todo era un engaño.
El gato cargaba en el cuello dos paquetes envueltos en el trapo colgante, ambos contenían “material vegetal, cuatro envoltorios de polvo blanco forrados en plástico transparente y otro con hojas”, detalló el director general del Sistema Penitenciario de Panamá, Andrés Gutiérrez.
Más tarde, Eduardo Rodríguez, Fiscal de Drogas de Colón y Guna Yala, recalcó que el animal transportaba posible cocaína, crack y mariguana, sustancias que pudieron se colocadas por vendedores de drogas que continúan libres o desde otros centros penitenciarios.
Sin embargo, el michi no tiene la culpa, pues las autoridades señalaron que posiblemente fue engañado con comida para que hagan los envíos de sustancias ilícitas a las cárceles, por lo que informaron que se empezará una investigación sobre este nuevo modus operandi.
Con información de Sin Embargo