Por José García Sánchez
X: @Josangasa3
Cuando la oposición carece de argumentos para atacar a la 4T y encarga a sus medios incondicionales, con quienes comparte enemigo, buscar cualquier situación que pueda hacerle daño al gobierno, los resultados aparecen como bumerán que afectan de manera irreversible la credibilidad de esos medios.
Uno de esos medios convencionales que buscan pero no encuentran porque nunca han sido investigadores sino sombra sumisa de los gobiernos del pasado, es El Universal, cuyo propietario contaba con más de 80 guardaespaldas de la antigua PGR, para resguardar su integridad, más las millonarias mensualidades que se les pagaban desde el Presidencia de la República como “institución” informativa. Desde luego que esto no incluía dádivas a los columnistas incondicionales al régimen.
Ahora, ante una realidad diferente, de la que todavía carecen conciencia tanto el diario como la oposición, tienen como punta de lanza una noticia de primera plana que estremecería de risa a cualquiera por su ingenuidad y extravío.
La nota era titulada sobre el hecho de que más de 88 mil personas caminan más de tres horas al Banco del Bienestar más próximo, quieren desgastar al gobierno, cuando nunca dijeron nada en tiempo en los que a los campesinos se les daban apoyos en cheques que nunca cambiaban porque no sabían leer ni escribir o les faltaba una forma, o simplemente la cuenta no existía, o la sucursal bancaria más cercana, ni siquiera estaba localizable.
En esos momentos no sabemos dónde estaba El Universal y sus acuciosos investigadores. El Banco del Bienestar tiene, hasta el momento, 2,306 sucursales y en unos días más se abrirán más de 200 adicionales. La queja se desvanece y la consigna se revierte.
Aquí para lo que sirve esta información es para demostrar, una vez más la complicidad entre la oposición y los medios convencionales, prácticamente convertidos en apéndice de los partidos conservadores, que como presión para que les regresen el subsidio que les beneficiaba, presionan hasta rayar en la mentira, porque, siguiendo con esa falsedad se asegura en sus espacios que más del 46 por ciento de las personas que habitan en localidades lejanas, alas que ande tomaba en cuenta, tienen problemas para trasladarse a los bancos de Bienestar.
Anteriormente se otorgaban apoyos a campesinos organizados, donde la organización era indispensable porque a través de sus líderes distribuían los vales o cheques y eran ellos quienes se beneficiaban de la gente que no asistía por cheques, o no los cambiaba o enviaban a sus empleados a cambiarle los cheques a quienes no sabían hacerlo, a cambio de una jugosa comisión.
En esos momentos este diario nunca denunció nada, a pesar de que era un problema conocido, y que encubría principalmente el PRI, a través de la CNC, ahora en agonía. Nunca se dijo nada públicamente, pero el problema era real. Lo que no es real es lo que ahora difunden contra el Banco del Bienestar, que han criticado sistemáticamente, a pesar que es el que más oficinas tiene en todo el territorio nacional.
Ni siquiera fue capaz el periódico de realizar una investigación, retomó datos del Coneval para tergiversarlos y dar a conocer una realidad inexistente.
La obsesión por regresar al pasado no implica únicamente una aparente nostalgia para quienes afirman que antes todo estaba mejor, sino que representa una serie de intereses que quieren seguir teniendo como si se tratara de un patrimonio que hubieran ganado con su esfuerzo, cuando en realidad lo único que hicieron fue abonar en beneficio de los gobiernos corruptos del pasado de los que eran cómplices.
Cuando pudieron informar con objetividad las corruptelas de los gobiernos del pasado callaron. Ahora que deben investigar y justificar su existencia, simplemente tergiversan estudios para presionar con el objetivo de que les regresen un subsidio que nunca debieron recibir.
Al ver en el presupuesto de Egresos que habrá menos dinero para los medios recurren al alucine y tratan de manipular con acusaciones y no con información veraz. Simplemente ven su ruina y descrédito en el futuro cercano.