Los fallecidos en la Franja de Gaza han superado los 35,709, con 62 víctimas adicionales en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Salud del enclave palestino, controlado por Hamás.
Las agresiones israelíes también han dejado 138 heridos, elevando el total a 79,990, principalmente mujeres y niños. Más de 10,000 personas se estima que siguen atrapadas bajo escombros, sin acceso a la ayuda de emergencia.
El Gobierno de Hamás advierte sobre una inminente catástrofe humanitaria que afecta a más de 700,000 habitantes debido a la interrupción de la atención médica en numerosas instalaciones de salud en el norte de la Franja.
Según las autoridades locales, las gobernaciones de Gaza y el norte están ahora sin servicios de salud, incapaces de proporcionar incluso atención médica básica.
El norte de Gaza ha sido blanco de una intensa ofensiva del Ejército israelí en las últimas semanas, especialmente en la ciudad de Gaza y el campo de refugiados de Yabalia, donde se dice que los milicianos de Hamás se están reagrupando.
Mientras tanto, dos importantes hospitales en la zona de Yabalia han visto disminuida su capacidad operativa, con el hospital Kamal Adwan evacuado y el hospital Al Awda sitiado por las fuerzas israelíes durante cuatro días.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) afirman haber desmantelado múltiples infraestructuras militares y lanzado ataques aéreos y de artillería contra complejos militares de Hamás en Yabalia, donde se han encontrado armas, incluyendo explosivos y munición.
Los ataques también se han dirigido a Rafah, en el sur de Gaza, con especial atención al «corredor de Filadelfia» en la frontera con Egipto, donde se han neutralizado puntos de lanzamiento dirigidos hacia Israel.
Según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), alrededor de 810,000 personas han huido de Rafah debido a los bombardeos, mientras que las estimaciones del Ejército israelí sitúan a entre 300,000 y 400,000 gazatíes todavía en la localidad.
