Por Leopoldo Mendívil López *
Meta: @leopoldo.m.lopez
<En Gaza ya van 11,000 muertos>
<Los monstruos de la guerra: las compañías que fabrican el armamento>
<Ucrania y Palestina: un mismo hilo>
<El “Complejo Militar Industrial” profetizado en 1961 por Dwight Eisenhower>
En una guerra lo más terrible no son las armas sino los fabricantes de las armas, y sus cómplices.
¿Quién mueve el pandero de la guerra? Los hindúes creían que el dios de la destrucción y la creación en la trinidad védica, Shiva, tenía en sus manos el «Damaru», el pandero de la destrucción del mundo.
¿Quién es “Shiva” en nuestro mundo actual? En películas como “Alien” o “Tiburón” –o en cualquiera del género “monster-movie”, hay siempre algo mucho más espeluznante y desmoralizador que el monstruo irracional que aterroriza a una población: el personaje humano que deja entrar al monstruo para que devore a la gente. Este personaje “cómplice” es el que traiciona a su propio género: un traidor al género humano.
Y ¿qué puede ser mejor sinónimo de «monstruo» que la guerra como tal?
La guerra se vuelve más espeluznante que nunca cuando es provocada o alimentada no por los conflictos y rivalidades inevitables entre las tribus y/o los países resultado de sus disputas por tierras o por recursos o por mercados, o por la legítima defensa contra la dominación o el exterminio; sino por personas que ganan dinero con la guerra.
Hay gente que gana dinero con las guerras. Para ser más exactos, aproximadamente tres millones de personas en el mundo viven creando armamento, y ganando dinero por ello –más de un millón sólo en los Estados Unidos-. En Raytheon (RTX Corporation): 182,000 empleados. En Boeing Defense, Space & Security (BDS): 50,700. En Airbus Defence and Space 40,000. En General Dynamics, 106,500. En Lockheed Martin, 116,000. En BAE Systems, 93,100.
¿Cuánto ganan? A nivel mundial, 2.21 “trillion dollars”: es decir: 2,210,000,000,000 dólares (2.21 millones de millones). Equivale a todo el producto interno bruto de países como Canadá, Rusia o Italia -120% el de México.
En Estados Unidos, los que crean armas reciben 877,000 millones de dólares; en China, 292,000 mdd; en Rusia, 86,400 mdd.
Pero… ¿estos tres millones de seres humanos son acaso los que hacen su agosto cuando ocurren las guerras que afectan a los restantes ocho mil millones?
¿Son acaso ellos los que lucran con guerras como la de Ucrania y la de Gaza? ¿Entre todos ellos se reparten el jugoso pastel de 2.21 “trillion dollars”? -que también equivale a toda la industria de automóviles en el mundo ($2,564,8B) o al turismo global ($2,285,6B)
Desde luego no el empleado que ensambla piezas en una línea de producción en Raytheon, sino los que están en las cabezas, en control de los bloques accionarios, y no llegan ni a cien personas. Pero ¿quiénes son las «cabezas»?
En Gaza ya van 11,000 muertos. En opinión de muchos, este conflicto no va a terminar pronto, tal vez nunca –al menos no conviene a Benjamín Netanyahu que termine, por motivos que abordamos y abordaremos en entregas anteriores y próximas-. En esta entrega vamos a explorar también el caso de Ucrania, y de las personas que han hecho mucho, pero mucho dinero con esa horrenda guerra.
Esta es la época -a partir de la guerra de Ucrania y de quien la provocó- que ha arrojadi mayores dividendos a la industria de la guerra en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial – pasaron de 262 mil millones de dólares anuales en 1977 a 2.21 millones de millones en 2022 – un monstruoso 1000% – (datos del Stockholm International Peace Research Institute – SIPRI).
Sólo desde 2021, cuando Biden subió al poder, el incremento ha sido de 10% – por la guerra de Ucrania.
En 1961 el presidente de los Estados Unidos Dwight Eisenhower, general que en la Segunda Guerra Mundial fue el artífice de la victoria aliada sobre Hitler al planificar y ejecutar el plan del Día-D, dijo en su discurso de despedida como presidente:
“Hasta el último de nuestros conflictos mundiales, Estados Unidos no tenía industria armamentista. […] Nos hemos visto obligados a crear una industria armamentística permanente de enormes proporciones. […] Solamente en seguridad militar gastamos anualmente más que el ingreso neto de todas las corporaciones estadounidenses. […] Ahora bien, esta conjunción […] de una vasta industria armamentista, es algo nuevo en la experiencia estadounidense. […] Nunca debemos permitir que el peso de esta combinación ponga en peligro nuestras libertades o procesos democráticos. […] Sólo una ciudadanía alerta y conocedora puede evitar que la enorme maquinaria industrial y empresarial militar de defensa se combine en una forma que haga peligrar la seguridad y la libertad”
Los fabricantes de armas siempre han tenido una ventaja por encima de otras élites de poder -como por ejemplo, los banqueros, los mercaderes, etc-. Los fabricantes de armas tienen “armas”. Por ello pueden imponerse y extorsionar a cualquier gobierno.
Esto ya pasó en la historia. Cuando Roma se militarizó para sostener su expansión, ocurrió lo mismo que en 1961 vió venirvEisenhower. El poder de Roma pasó a los militares, dejando de pertenecer a los emperadores como tales.
El emperador mismo ya era sólo un títere del “club” o “mafia” militar. Aquí una pequeña lista de los emperadores romanos que fueron derrocados (y asesinados) por la élite militar que estaba controlando al emperador a través de los prétores –“Praetorii”, la guardia militar del emperador-: Galba (69 d. C.), Calígula, Commodus (192), Pertinax (193), Caracalla (217), Heliogabalus (222), Pupienus (238), Balbinus (238), Gordiano III (233), Aureliano (275), Probus (282), Numerianus (283).
Los mató a la casta militar, y el único que logró imponérseles fue Diocleciano.
En los Estados Unidos, la casta militar o “Complejo Indutrial Militar” –una combinación de magnates del armamento y de altos mandos de la Defensa-, se encargaron de John F. Kennedy cuando éste los “insultó” de dos formas: se rehusó a iniciar la guerra en Vietnam que ellos querían, y firmó un acuerdo de desarme de misiles nucleares con Rusia –Prescott Bush era parte del negocio de los submarinos Polaris, y le afectaba el pacifismo de Kennedy.
El “complejo militar industrial» (MIC) que Eisenhower describió en 1961 se comenzó a convertir en un verdadero monstruo o engendro después de que él murió en 1969; y hoy domina buena parte del mundo.
La élite militar industrial de los Estados Unidos marca el ritmo con el tambor de Shiva, el “Damaru”.
Se crearon y fusionaron las grandes corporaciones: las que hoy llamamos Lockheed Martin, Northrop Grumman, General Dynamics, Raytheon, Boeing –las “Big Five”-. Boeing es la fabricante de los poderosos, titánicos y legendarios bombarderos B-29 y B-52, y de las mil “Smart Bombs” GBU-39 que justo hoy se están usando en Gaza (cada una cuesta 40,000 dólares – 750,000 pesos).
General Dynamics es la creadora de los tanques M1 Abrahams y Stryker, y de los famosos aviones cazas F-16; y de los misiles guiados “antimisiles” que justo hoy se están usando en el “Domo de Hierro” que protege a Israel de los proyectiles palestinos.
El pasado 6 de noviembre de 2023, Missile Dialogue Initiative informó que “General Dynamics registró un aumento del 24,4% en las ventas respecto al mismo período del año anterior, impulsado en parte por contratos para aumentar la producción de artillería”
El director de TD Cowen –empresa accionista en General Dynamics, con 16 millones de dólares en acciones de GD- Cai von Rumohr, comentó que “Hamas ha creado demanda adicional de armamento”; y Jason Aiken dice que, “pese a lo horrible que es la situación de Israel”, esto es un boom para la industria militar.
Raytheon es el mayor y más avanzado fabricante de misiles en el mundo –con misiles que “olfatean” y “calientan” a seres humanos, como los ADS, que con sus microondas de 95 gigahertz penetran cuatro décimas de milímetro de la piel para quemarla (los hornos de microondas ordinarios operan con 2.45 gigahertz).
Raytheon es el heredero de la división tecnológica que inició el billonario excéntrico Howard Hugues –la Hugues Aircraft Company-. Raytheon es la creadora de los misiles BGM-109 Tomahawk y de los Patriot que se usaron en Irak en 1991.
El 24 de octubre de 2023 el CEO de Raytheon (RTX Corporation), Greg Hayes, anunció que la empresa se va a beneficiar por el aumento presupuestario del Departamento de Defensa de Estados Unidos para suministrar de armamento a Israel y a Ucrania -especialmente a partir del problema de Gaza-. «Creo que realmente en toda la cartera de Raytheon veremos un beneficio de esta reposición» […] “creemos que habrá un aumento en los ingresos del Departamento de Defensa».
Por su parte, la jefa de capital aeroespacial y de defensa de la empresa financiera Morgan Stanley, Kristine Liwag, –Morgan Stanley posee 3,000 millones de dólares de Rytheon, el 2.1% de la compañía-, dijo que la actitud de Biden de apoyar a Israel, “parece encajar muy ‘nicely’ con el portafolio de Rytheon Defense”.
* Autor de Secreto Biblia, Secreto Vaticano y Secreto Pemex