En el país Turquía y el país de Grecia continúan los incendios registrando así la peor ola de incedios en los últimos diez años.
Pero apesar de las malas noticias se prevé que la ola de calor termine pronto en las costas del mar Egeo, después de predijo habrá lluvias en la costa de Turquía, y entonces así la temperatura vuelva a la normalidad.
Mientras tanto la lucha contra el fuego aún no termina pues el fuego comenzó a crecer el la península del Peloponeso que amenaza alcanzar parte de las ruinas de la antigua ciudad de Olimpo, sendo este un sitio arqueológico importante mundialmente, fue en esta ciudad antigua donde se inventaron y celebraron los primeros juegos olímpicos en el 776 a.C., hace algo menos de 3.000 años.
Dijo el ministro de protección Civil griego, Michails Chtysochoids
“Los bomberos llevan batallando toda la noche para proteger las ruinas y continúan luchando durante el día para contener los frentes del fuego y extinguirlos. Las condiciones son difíciles&rdquor»
La situación es tan complicada en Grecia que el Gobierno ha llamado también al Ejército a unirse a la lucha contra los incendios. Solo esta semana se han registrado cien.
Sin embargo Turquía ha sido el centro del huracán, en tema de incendios, pues la peor parte le ha tocado al mediterráneo oriental siendo Turquía el país más afectad, no solo con la destrucción del ecosistema, también la destrucción de los cultivos ha ocacionado una grave situación para los agricultores.
Aproximadamente ha habido 200 incendios declarados a lo largo de estos últimos siete días. Ocho personas han muerto y varias decenas de miles han tenido que ser evacuadas.
El pánico ha invadido a las personas pues en un incendio reciente el fuego se acercó a la central térmica de Milas, en el sureste turco, que usa carbón para generar electricidad. La central, ante el avance de las llamas, fue evacuada, y de ella fueron retirados los materiales explosivos. Pero no el carbón: toneladas quedaron dentro.
Por el momento, 15 fuegos siguen activos en Turquía y la ola de calor sigue devorando el terreno, pero la batalla política por ellos ya ha empezado. La oposición acusa al Gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan de no haber hecho lo suficiente para evitar que las llamas llegasen a la planta térmica y a los pueblos y que los servicios de emergencia no han recibido los fondos suficientes durante los últimos años.