El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, evitó opinar sobre la reciente expulsión de Miguel Ángel Yunes Márquez y su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, del Partido Acción Nacional (PAN), calificándolo como un asunto interno del partido.
Durante su conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, el mandatario fue cuestionado sobre la situación, a lo que respondió que no le corresponde intervenir en ese tipo de decisiones.
«No opino sobre eso, no me meto. Ellos deben decidirlo y resolverlo, no es un tema que nos competa», afirmó.
López Obrador también se refirió a la controversia que rodea al presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno Cárdenas, destacando que tampoco se involucrará en ese caso.
«Es lo mismo con la denuncia contra el presidente del PRI. No debemos intervenir», subrayó.
El presidente insistió en que tanto el tema de los Yunes con el PAN como la situación del dirigente del PRI son asuntos que deben resolverse por las instancias correspondientes, como el Consejo del INE y el Tribunal Electoral, evitando que el gobierno federal se entrometa en estos procesos.
En un tono irónico, López Obrador agradeció a sus opositores por su comportamiento durante su mandato.
«Les agradezco, y espero que no lo tomen a mal, pero nuestros opositores se han portado muy bien. Incluso me quedo con las ganas de entregarles un reconocimiento», bromeó.
La expulsión de Miguel Ángel Yunes Márquez y Miguel Ángel Yunes Linares fue determinada por el PAN tras su apoyo a la reforma del Poder Judicial.
Además, el partido también decidió la expulsión de Natividad Díaz, diputada local de Oaxaca.
En el Senado, Yunes Márquez, quien es legislador del PAN, proporcionó al bloque de Morena-PT-PVEM el voto necesario para obtener la mayoría calificada y aprobar la reforma al Poder Judicial.
Por otro lado, la ausencia del senador por Movimiento Ciudadano, Daniel Barreda, quien no asistió debido a la detención de su padre, también contribuyó al resultado final.