Por Fadlala Akabani Hneide
X:@FadlalaAkabani
Los hombres van en dos bandos: los que aman y fundan, los que odian y destruyen
José Martí
A razón de la última ceremonia del Grito de Independencia, encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, esbozaré una sucinta explicación de lo que su llegada al poder representó a nivel nacional. El primero, pudo explicar en términos claros, para el entendimiento de todas y todos en México, no sólo el diagnóstico del país, sino la ruta a seguir para superar el rezago multidimensional creado por el neoliberalismo.
De ello da cuenta la emergencia de organismos del Estado como la Secretaría del Bienestar, que comprende una amplísima gama de programas y derechos para la población de todas las edades y las capacidades económicas. Por ejemplo, el Banco del Bienestar que maneja los recursos asignados a la capacitación de jóvenes para la vida laboral y el fortalecimiento de la cultura empresarial a través de Jóvenes Construyendo el Futuro. Además, el Banco del Bienestar, que es el verdadero gran competidor en el mercado de la captación de remesas de los mexicanos que trabajan en EU y Canadá. Es, incluso, la institución encargada de dispersar los recursos de manera universal y directa a las y los adultos mayores de México (que, sin importar que hayan trabajado formalmente, es decir, registrados ante el IMSS) accedan a una pensión universal, porque han aportado al desarrollo de este país, con su esfuerzo, compromiso y trabajo. Para alcanzar la verdadera capacidad de cobertura en el acceso a los servicios de salud que el Estado mexicano es capaz de proporcionar fue creado el sistema IMSS-Bienestar, que representa un nuevo modelo de salud pública: aprovechar la especialización y competencia del sector de salud público federal y estatal para hacerlo accesible de manera universal.
Desde 2018, se repensó al Estado mexicano como el primer responsable de preservar el medio ambiente con el que cuenta nuestra vasta geografía. Para ello fue creado un programa, Sembrando Vida, que convirtió al arduo y noble trabajo de arar, cultivar y cosechar la tierra, en una más de las tareas públicas centrales para preservar y proyectar la grandeza de México, la que comprende su biodiversidad y su pueblo.
En el campo energético, fue emprendida una renovación de las refinerías de Pemex, pese a la fragmentación de su cadena industrial y abandono alentado desde el estado neoliberal en favor del capital extranjero. Allende la evidente y obvia necesidad de asignar presupuesto para la recuperación de las refinerías, tal y como lo predijo el presidente López Mateos en 1960, quien emprendió la nacionalización de la industria eléctrica, hubo espacio para que el capital mexicano invirtiera en la industria energética de otros países, como sucedió con la compra de la refinería en Deer Park, Texas, EU.
Dicha adquisición representa un hito económico que muestra la soberanía de México de cara al siglo XXI. Un país que no sólo avanzó en el Top 15 entre las economías más desarrolladas a nivel global, sino que, además lo hizo reduciendo la pobreza con programas sociales, pero especialmente con el incremento al salario mínimo, potenciando al mercado interno y fortaleciendo la capacidad de la industria y la empresa mexicana para adaptarse a las cadenas de proveeduría emergentes ante la llegada de inversión china y estadunidense (nearshoring); la prosperidad compartida ha sustituido al elitista egoísmo neoliberal.
El Ejército mexicano dejó de ser una fuerza subordinada a los subordinados a Washington y se ha transformado en la primer línea de la vanguardia que precede al México del futuro; los militares, el pueblo uniformado, han ocupado su fuerza y conocimiento en atender las grandes obras y tareas que implica la Cuarta Transformación, la administración del Tren del Istmo y las aduanas nacionales a cargo de la Marina Armada de México; el ejército constructor de los insignes Tren Maya y Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Guardia Nacional, consolidándose como un cuerpo con la confianza de los gobiernos locales y la ciudadanía, nada que ver con la neoliberal, corrupta y violenta Policía Federal de Fox, Calderón y Peña Nieto.
La recuperación de México y su papel preponderante en el concierto de las naciones a nivel mundial, un amigo de todos los pueblos y gobiernos del mundo; así como su rol en el entorno continental, entre la América del Norte y la América Latina.
El México liderado por López Obrador ha logrado estrechar los lazos que nos hermanan con la América prehispánica sin dejar de cooperar en la búsqueda del desarrollo conjunto para el bloque comercial norteamericano, que componen México, EU y Canadá.
Hoy nuestro país no es sólo uno de los más atractivos para la inversión productiva, sino también un referente para la socialdemocracia en todo el orbe.