Los precios del petróleo alcanzaron un máximo de 10 meses y cerraron con una tercera subida semanal, ya que la escasez de oferta generada por los recortes de producción de Arabia Saudita se combinaban con el optimismo de que la economía China por fin está enderezando el rumbo.
Los futuros del crudo Brent subieron 23 centavos, o 0.3 por ciento a 93.93 dólares el barril, mientras que el WTI, de referencia en el continente americano, ganó 61 centavos, o 0.7 por ciento para cerrar en 90.77 dólares.
Por lo que ambos referenciales cotizaron en máximos de 10 meses por quinta sesión consecutiva y sumaron cerca de un 4 por ciento semanal.
La mezcla mexicana de petróleo de exportación cerró este viernes en 87.50 dólares por barril, un avance de 64 centavos respecto al jueves. En la última semana aumentó 3.65 dólares.
EN SU MEJOR MOMENTO
Los precios del crudo también van camino de su mayor subida trimestral desde la invasión rusa de Ucrania en el primer trimestre de 2022.
La preocupación por la oferta sigue siendo una fuerza que impulsa los precios desde que Arabia Saudí y Rusia anunciaron este mes una extensión de sus recortes combinados de suministro de 1.3 millones de barriles diarios hasta finales de este año, dijo Fiona Cincotta, analista de City Index.
Las cifras de producción industrial y las ventas minoristas chinas en agosto mejores de lo esperado, también han impulsado los precios del petróleo esta semana, ya que las condiciones económicas del país se consideran cruciales para la demanda por crudo durante el resto de este año, añadió Cincotta.
Los datos de este viernes también mostraron que el procesamiento de las refinerías de petróleo aumentó casi una quinta parte con respecto al año anterior, ya que los procesadores mantuvieron altas las tasas de ejecución para capitalizar la alta demanda mundial de productos derivados del petróleo.
Las expectativas de moderación de la producción de petróleo estadounidense también han impulsado los precios en las últimas semanas, según Peter McNally, analista de Third Bridge.
“El crecimiento de la oferta en Estados Unidos parece limitado, ya que los productores han reducido la actividad de perforación casi un 20 por ciento desde el máximo del año pasado”