La oposición se cree mayoría

Por José García Sánchez

X: @Josangasa3 

 


 

La imposibilidad de tener presencia real en el país, la oposición, inventa su representación y ahora considera que tienen el mismo derecho que la mayoría de morena porque son tres partidos contra uno, desde luego que cancelan la presencia del Partido del trabajo y del verde, aliados en los últimos años al Movimiento de la 4T, porque aseguran que son lo mismo; sin embargo, la oposición con tres partidos PAN, PRI y MC, con un muertito reciente el PRD que quiere resucitar en Somos México. Son diferentes, tienen su propia agenda y suman, en cambio Morena fusiona criterios.De esta manera niegan la mayoría real de representación de Morena y sus aliados y se colocan, tratando de engañar tontos, como una fuerza política en igualdad de circunstancias que el partido ene le poder, no importa que en realidad representen menos del 18 por ciento de los votantes que emitieron su voto.

Si a alguno de los partidos que están aliados a Morena electoralmente se le ocurre coincidir en algún debate o votación en favor de los de enfrente, en ese momento la oposición deja de serlo para convertirse en mayoría porque ya son cuatro partidos contra dos, según su nueva percepción política. En ese absurdo que trata de ser una suma y una resta de elemental resultado, la oposición irrumpe ahora en los medios, como nado sincronizado y cuestionando una mayoría que el pueblo otorgó con claridad y contundencia.

 

De aparente necedad pasó a la obsesiva insistencia, esta manera de ver la democracia mexicana con palitos y bolitas, trata de convencer a la población que su participación política, declaraciones y propuestas tienen la misma fuerza y trascendencia que el partido mayoritario.Dentro de esta propuesta, carente de lógica y legalidad, si un partido aliado a Morena se tarda en expresar su postura y algunos de los opositores, –todos conservadores, todos de derecha y más de uno de ultraderecha—se adelanta a fortalecer su posición sobre el tema, entonces el debate lo gana la oposición, aunque después se expresen, de manera individual quienes integran la verdadera mayoría. En un golpe de Estado numérico que antecede a otro que, sin razón ni congruencia, puede imponerse para descarrilar a la 4T.Es decir, es necesario crear la idea de que hay contrapeso en el Congreso porque eso significa que también existe equidad en la sociedad y que la mitad de los electores están contra el partido en el gobierno, de ahí que aseguren que los que no votaron lo hicieron como señal de protesta contra Morena y sus funcionarios.

 

La oposición se prepara para las elecciones intermedias con este criterio de sumar partidos y no curules, membretes en decadencia y no votos de conciencia. El discurso de la derecha está pletórico de mentiras, trampas y confusiones el insumo necesario de la dominación y el sometimiento al que están acostumbrados los conservadores imponer para poder gobernar.

 

La proliferación de mesas redondas en los medios, los debates entre igual número de personas a favor o en contra de la 4T, alimentan esta oposición. Y los mediadores en lugar de ser imparciales, desde el principio anuncian que debe haber un ganador del debate, que reiteran, se realiza entre igual número de contrincantes.

Debió llamar la atención estas discusiones a algunos, porque surgen en medios convencionales, incluso de franco enfrentamiento con el gobierno, como es el caso de Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, Imagen, Milenio, CNN, entre otros; sin embargo, la realidad es que no se trataba de una apertura democrática en el epicentro del golpe de Estado, que son los medios, sino una manera de simplificar la política a una suma aritmética, donde los conductores, aparentes réferis, terminan por dar la razón, o sea la victoria, a los participantes de la oposición, conservadores o francamente de la derecha, aunque no sea cierto.
Es decir, en un enfrentamiento entre igual número de participantes ganó la razón y el país está dividido en partes iguales. El gran mensaje dice: No hay mayoría.Cada medio convencional tiene en esa aparente “apertura” una misión que cumplir, que acerca a los medios a contribuir, de manera esencial en un golpe mediático blando, anticonstitucional pero contundente.

La gente que todavía escucha o ve esos medios de información se queda con la sensación de que no hay mayoría porque la razón la tiene la derecha. Y es entonces cuando fantasías como la proximidad al comunismo, el autoritarismo, la dictadura, la pobreza, la falta de inversión y el desempleo, afecta hasta su estado de ánimo. Montándose en una fantasía que deriva de la desestabilización.