En la conferencia matutina celebrada en Palacio Nacional, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, declaró que el 50% de las armas que son contrabandeadas a nuestro país desde Estados Unidos tienen su origen en el estado de Texas.
El mandatario exigió al gobernador de Texas, Greg Abbott, una explicación sobre esta situación durante la sesión informativa.
López Obrador destacó que durante el sexenio actual se han decomisado alrededor de 50 mil armas, y el 70% de estas son utilizadas para cometer delitos en México y provienen de contrabando de Estados Unidos.
“El 70 por ciento de las armas que se utilizan en México para cometer delitos, entran de contrabando de EE.UU., hemos decomisado en lo que va del sexenio 50 mil armas”
Enfatizó que, de este porcentaje, la mitad tiene conexión directa con Texas. El presidente expresó su preocupación y solicitó una respuesta del gobernador texano respecto a este problema.
“¿Saben la mitad del 70 por ciento de dónde provienen? De Texas, ¿qué me responde el gobernador de Texas?”, puntualizó.
El Gobierno de México ha instado en varias ocasiones a Estados Unidos a tomar medidas para frenar el ingreso de armas al país, argumentando que los cárteles de la droga y grupos criminales las utilizan en enfrentamientos tanto con las Fuerzas Armadas como con grupos rivales.
#LaMañanera @lopezobrador_ indica que en lo que va de su sexenio, se han decomisado 50 mil armas, de las cuales 70 por ciento son de EU, y la mitad de esa cantidad provienen de Texas ¿qué me responde el Gobernador a eso?", cuestionó.https://t.co/EV8G86QoEh pic.twitter.com/PGphlcA1A2
— @diario24horas (@diario24horas) February 14, 2024
En enero pasado, la Corte de Apelaciones del Primer Circuito de Estados Unidos emitió una sentencia a favor de México, permitiéndole continuar con su demanda contra fabricantes de armas en el país vecino.
El gobierno mexicano sostiene que las prácticas comerciales de estos fabricantes facilitan que las armas lleguen a manos de criminales.
El embajador estadounidense en México, Ken Salazar, argumentó que las armas supuestamente aseguradas por la Sedena podrían tener calibres similares a los utilizados por el Ejército estadounidense, pero insistió en que no provienen directamente de las Fuerzas Armadas de EU.