Amado Carrillo Fuentes, conocido como «El señor de los cielos«, adquirió una deuda con Javier Coello Trejo, quien entonces fungía como subprocurador de la PGR, al frente de la fiscalía que combatía el tráfico de drogas.
Carrillo «era un narcotraficante de medio pelo» y todavía no era reconocido por su alias; se desempeñaba como lugarteniente de Rafael Aguilar Guajardo, uno de los fundadores del Cartel de Ciudad Juárez.
El abogado Coello cuenta en su libro que Carrillo fue capturado en un retén militar, por parecer sospechoso e intentar sobornar a los efectivos del Ejército, además de que un general quiso intervenir por él.
Javier Coello Trejo, en su libro “‘El fiscal de hierro. Memorias” contó que Carrillo le prometió que mientras ellos vivieran a él no le pasaría nada.
“Gracias, licenciado, me salvó la vida. Mientras yo o alguno de los Carrillo vivan, a usted no le pasará nada. Yo le dije: ‘yo me sé cuidar solo’».
Él reconoció que le salvó la vida a Amado Carrillo Fuentes, el ‘Señor de los Cielos’, “como encargado de la procuración de justicia no podía permitir que un reo muriera en los separos”.
“»´Puta madre´», pensé, ´si se nos muere se va a armar un pedote´», y describe que al ver al detenido, «el hombre se estaba muriendo, estaba a punto del infarto; respiraba con dificultad, transpiraba copiosamente y apenas podía hablar».
El Señor de los Cielos se estaba muriendo, a punto del infarto
El delincuente fue llevado a los separos de la Procuraduría, donde se adaptó una celda como unidad de terapia intensiva, donde pasó 40 días bajo cuidados, atendido por el cardiólogo Guillermo Hamdan.
“En la Procuraduría, nos íbamos a meter en un problema muy cabrón, pues no tardarían en surgir las versiones de que lo habíamos torturado hasta matarlo y tantas otras pendejadas que de pronto publicaba la prensa».
Luego de recuperarse, Amado Carrillo pidió hablar con el subprocurador, sería consignado por acopio de armas.
«Mire, amigo, usted no me debe nada, hicimos lo que teníamos que hacer, no tiene que pagar nada por esto, y si yo me entero que usted le ofrece o le da dinero a alguno de mis comandantes, también lo consignaré por soborno, —le contesté».
Posteriormente, Carrillo saldría libre luego de que un juez dictara en el auto de formal prisión que la gran cantidad de armas decomisadas era suficiente para que pasara varios años en la cárcel, solo estuvo un año.
Después de unos años, ya como ‘El Señor de los Cielos’, el exprocurador señaló: ‘me llamó para advertirme que iban a secuestrar a mi hijo, que qué ordenaba. Yo le dije: ‘yo no le ordeno nada, es mi problema’.
Con información de MVS y La Silla Rota