El Banco de Japón (BoJ) mantuvo estables los tipos de interés este viernes y revisó al alza su valoración sobre el consumo, mostrando confianza en que una sólida recuperación económica permitirá al banco central subir los tipos de interés en los próximos meses.
Como se esperaba, el BoJ mantuvo los tipos de interés a corto plazo en 0.25% en una reunión de dos días que finalizó este viernes.
El consumo privado ha seguido una tendencia al alza moderada a pesar del impacto de las subidas de precios y otros factores, dijo el BoJ en un comunicado. La valoración era más optimista que la opinión anterior de que el consumo era resistente.
VALORACIÓN OPTIMISTA
El yen recortaba pérdidas y el índice Nikkei vio reducidas sus ganancias tras el anuncio, ya que la visión optimista del BoJ sobre las perspectivas mantuvo vivas las expectativas del mercado de una subida de tipos a corto plazo.
La mejora de la valoración del consumo por parte del BoJ muestra que cada vez está más convencido de que las cosas van por buen camino, ya que el aumento de los salarios impulsa los ingresos y el gasto de los hogares, dijo Naomi Muguruma, estratega jefe de bonos de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities. Si los próximos datos confirman el optimismo del BoJ, es probable que veamos otra subida de tipos en diciembre, añadió.
INFLACIÓN ACELERADA
El BoJ puso fin a los tipos de interés negativos en marzo y subió los tipos a corto plazo hasta 0.25% en julio, en un cambio sin precedentes de un programa de estímulo de una década destinado a disparar la inflación.
Ueda ha subrayado que el BoJ está dispuesto a seguir subiendo los tipos si la inflación se mantiene en la senda de alcanzar de forma duradera su objetivo de 2%, como prevé actualmente el Consejo.
El yen se debilitó este viernes después de que el BoJ señaló que no tenía apuro en volver a subir las tasas de interés, tras mantenerlas estables en 0.25%, como se esperaba.
En las cotizaciones del mercado japonés, el dólar subía 1.2% a 144.32 yenes, alcanzando su nivel más alto en poco más de dos semanas, ya que el gobernador Kazuo Ueda dijo que el BoJ podía permitirse dedicar tiempo a observar las consecuencias de las incertidumbres económicas mundiales.