En un nuevo paso dentro del acuerdo de intercambio de rehenes entre Israel y Hamás, Israel anunció este sábado la liberación de 200 presos palestinos. Este hecho marca la culminación de la segunda fase del canje, que también implicó la puesta en libertad de cuatro mujeres soldado israelíes retenidas por Hamás.
El Servicio Penitenciario de Israel confirmó que los presos palestinos fueron trasladados desde diversas cárceles israelíes a las prisiones de Ofer y Ktziot, desde donde finalmente fueron liberados. La medida generó reacciones inmediatas en Cisjordania y Gaza, donde cientos de personas se congregaron para recibir a los liberados con banderas palestinas y de Fatah.
REPARTO DE LOS LIBERADOS
Según informó una portavoz de la Comisión de Presos y Expresos de Cisjordania, del total de 200 reclusos, alrededor de 115 fueron liberados en Cisjordania, mientras que otros 15 fueron trasladados a la Franja de Gaza y 70 a Egipto. Una fuente adicional en Gaza precisó que 107 personas llegaron a Ramala y 5 a Jerusalén.
La llegada de los presos a Ramala fue especialmente emotiva, con varios autobuses transportando a los liberados hacia el corazón de Cisjordania ocupada. La escena estuvo marcada por la alegría de las familias y las muestras de apoyo de la comunidad, en un momento que resalta la compleja dinámica política y social del conflicto.
CONTEXTO DEL INTERCAMBIO
El intercambio de rehenes y prisioneros representa un intento de reducir tensiones en medio de un conflicto prolongado entre Israel y Hamás. Este acuerdo no solo pone de manifiesto las complejidades de las negociaciones entre ambas partes, sino también el impacto humano de las decisiones políticas y militares en la región.
Aunque las liberaciones han sido celebradas por muchos en Palestina, también han surgido críticas y cuestionamientos desde sectores israelíes que consideran riesgoso el intercambio de rehenes por presos. Por otro lado, el evento también subraya la capacidad de Hamás para negociar bajo sus propios términos.
REACCIONES Y PERSPECTIVAS
Las liberaciones han generado una ola de emociones y reacciones políticas tanto en Israel como en Palestina. Las familias palestinas celebraron la reunión con sus seres queridos, mientras que en Israel se mantienen las tensiones respecto a la posibilidad de futuros enfrentamientos.
Este canje, considerado como una de las operaciones de intercambio más significativas de los últimos años, podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre ambas partes. Sin embargo, la fragilidad del contexto político y las profundas divisiones sugieren que la paz duradera sigue siendo un desafío lejano.
