El ejército de Israel confirmó este jueves el bombardeo de un «almacén de cohetes» perteneciente a Hezbollah en el sur de Líbano, alegando que las actividades detectadas en la zona constituían una violación del acuerdo de alto al fuego en vigor desde la madrugada del miércoles.
Según las fuerzas israelíes, el objetivo del ataque fue neutralizar una «amenaza terrorista» detectada en el área.
«Se detectó actividad terrorista en un almacén de cohetes de medio alcance de Hezbollah en el sur de Líbano. La amenaza fue desarticulada con un bombardeo por parte de un avión de combate», afirmó el mando castrense en un comunicado.
Además, Israel reiteró que sus fuerzas permanecen desplegadas en la región y actuarán ante cualquier incumplimiento del cese al fuego.
ACUERDO DE CESE AL FUEGO
El acuerdo de alto el fuego, anunciado por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el martes, fue aceptado por las autoridades de Israel y Líbano como una medida para detener la escalada de violencia en la región. Sin embargo, este incidente pone en evidencia las tensiones latentes que complican la implementación del pacto.
El contexto del conflicto actual se remonta al 1 de octubre, cuando Israel lanzó una nueva ofensiva en el sur del Líbano tras más de once meses de enfrentamientos intermitentes con Hezbollah en la frontera.
Este bombardeo subraya la fragilidad de la tregua y las dificultades para estabilizar una región marcada por décadas de conflicto, donde los intereses de múltiples actores regionales e internacionales confluyen, generando un complejo panorama de tensión y violencia.