Carlitos, de escasos 11 años, fue aparentemente asesinado a golpes por sus mamás, en el interior de la vivienda ubicada en la primera planta del edificio Escorpión en el fraccionamiento Montebello, en el municipio de Chiapa de Corzo, en Chiapas.
De acuerdo con la carpeta de investigación, el cuerpo del menor presentó más de 53 escoriaciones en el cuerpo.
Hoy, los vecinos que conocieron a Carlitos porque les ofrecía todos los días chicharrones, exigen justicia.
Casi diario escuchaban los llantos del menor desde el interior de la vivienda, al ser constantemente golpeado por las mujeres, pero también era castigado, al obligarlo a escribir hasta 500 veces la frase “debo obedecer a mis mamis” y «no debo mentir”.
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— Periódico Zócalo (@PeriodicoZocalo) October 7, 2021
Carlitos vivía con una pareja homoparental integrada por mujeres, una de ellas catedrática del Colegio de Bachilleres y la otra enfermera desde hace varios años, sin ningún documento de adopción otorgado por el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia DIF, si no por un documento aparentemente firmado por la madre biológica.
Al momento, la investigación en contra de la pareja continúa, con el fin de determinar cuál será el castigo; además, las autoridades están en búsqueda de la madre biológica para que explique la razón por la que dejaron al menor con las mamás sin un acuerdo legal.
Con información de 24 Horas, El Zócalo y Milenio.