En Buenos Aires, Argentina, se resolvió un caso que llevaba más de cuatro décadas sin respuesta. Diego, un joven de 16 años desaparecido en 1984, fue finalmente identificado gracias a pruebas de ADN, luego de que obreros encontraran sus restos enterrados en una fosa improvisada durante la demolición de una casa en el barrio de Coghlan.
El hallazgo ocurrió el 30 de mayo de 2025, cuando trabajadores que demolían una vivienda en la avenida Congreso 3700 descubrieron restos humanos junto con objetos personales como un reloj Casio con calculadora, un llavero naranja y un corbatín escolar azul. La casa estaba ubicada justo al lado de una propiedad que fue rentada por Gustavo Cerati, líder de Soda Stereo, entre 2001 y 2003, lo que atrajo aún más atención mediática.
Tras el descubrimiento, la Fiscalía Nacional Criminal y Correccional N.º 61 tomó el caso. Luego de casi dos meses de investigación, se confirmó mediante análisis genético que los restos pertenecían a Diego, quien había sido buscado incansablemente por su familia desde su desaparición.
Este hallazgo no solo cierra un capítulo doloroso para los familiares del joven, sino que también reabre interrogantes sobre las circunstancias de su muerte, el contexto histórico de violencia en Argentina durante los años 80, y la falta de respuestas durante más de 40 años.