Habrá justicia por crueldad animal en Guanajuato afirman autoridades

Autoridades inician investigación por maltrato animal en Xichú; sociedad exige castigo ejemplar

Un acto de crueldad animal ha sacudido a la opinión pública en Guanajuato, luego de que se viralizara un video en el que dos gatos son atados a fuegos artificiales durante un jaripeo tradicional. La escena ha causado profunda indignación y una fuerte exigencia ciudadana de justicia para los animales maltratados.

El pasado 23 de mayo, en la comunidad de El Huamuchil, durante las festividades religiosas en honor a la Virgen María de Guadalupe, tres hombres ataron cohetes a las colas de dos gatitos, los encendieron y los dejaron correr desorientados, mientras la pirotecnia explotaba. Todo ocurrió frente a decenas de asistentes como parte del jaripeo de borregos, una tradición local.

El video, difundido en redes sociales, muestra claramente el sufrimiento de los animales y ha generado un llamado urgente a la acción legal.

GOBIERNO ESTATAL RESPONDE: EL MALTRATO ANIMAL NO QUEDARÁ IMPUNE

Ante la presión social, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato abrió la carpeta de investigación 65068/2025. La gobernadora Libia García Muñoz Ledo y el secretario de Gobierno Jorge Jiménez Lona condenaron el acto y aseguraron que se dará seguimiento puntual al caso.

Desde el Gobierno de la Gente actuaremos con firmeza. El maltrato animal es violencia y debe ser castigado con todo el peso de la ley, declaró la mandataria.

Como parte de la respuesta institucional, se informó que el gobierno estatal impulsará reformas al marco legal para endurecer las sanciones contra la crueldad animal. Además, se revisarán las prácticas en fiestas tradicionales para asegurar que ningún evento justifique el sufrimiento de seres vivos.

Las autoridades reiteraron su compromiso de que los responsables enfrenten consecuencias legales por este acto inhumano.

EXCLAMAN JUSTICIA

Activistas, organizaciones protectoras de animales y miles de ciudadanos han exigido justicia, subrayando que este tipo de violencia no puede quedar impune ni repetirse bajo el amparo de la costumbre.

Este caso ha abierto un debate urgente sobre los límites de la tradición y la necesidad de una cultura de respeto y protección hacia los animales en México.