El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó una nueva amenaza arancelaria contra China al advertir que, si el país asiático no retira un arancel del 34% impuesto en represalia, Washington responderá con un aumento adicional del 50%. Esto elevaría el total de aranceles a productos chinos al 104%, lo que duplicaría el costo de sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha implementado una serie de gravámenes contra las importaciones chinas, incluyendo una tarifa del 20% por supuesta tolerancia al tráfico de sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo. El impuesto ya estaba programado para aumentar a 54% a partir del 9 de abril, pero ahora se sumarían 50 puntos porcentuales más si China no cede.
“NO CEDEREMOS ANTE AMENAZAS”: CHINA
La embajada china en Washington condenó la postura de Trump, reiterando que el país no cederá ante presiones. “Presionar o amenazar a China no es la manera correcta de tratar con nosotros”, declaró el portavoz Liu Pengyu, asegurando que su nación protegerá sus intereses económicos.
Trump declaró que ya no desea reunirse con autoridades chinas, aunque se mostró dispuesto a negociar con otros países. “Vamos a lograr un acuerdo justo para Estados Unidos, no justo para los demás. Esto es ‘Estados Unidos primero’”, dijo desde el Despacho Oval.
IMPACTO GLOBAL E INCERTIDUMBRE COMERCIAL
El anuncio ha generado nuevas tensiones en los mercados internacionales y ha contribuido a la incertidumbre económica global. Wall Street reaccionó con volatilidad ante la posibilidad de que los productos chinos sufran un incremento arancelario sin precedentes.
El presidente defendió su política comercial como una estrategia para forzar negociaciones bilaterales más favorables para Estados Unidos. “Literalmente todos los países quieren negociar. Si no hubiera hecho lo que hice en las últimas dos semanas, nadie querría”, afirmó.
